El Papa Francisco ha aceptado la renuncia de Antonio María Rouco Varela como arzobispo de Madrid, cargo en el que llevaba veinte años.
El pontífice ha designado como sustituto al hasta ahora arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, un hombre de talante más conciliador que Rouco, que sintoniza más con las formas del nuevo papa.
De esta forma culmina la renovación de la cúpula de la iglesia católica española. Hace meses se produjo el relevo de Rocuo por monseñor Blázquez como presidente de la Conferencia Episcopal, y ahora se produce la retirada definitiva de Rouco de cualquier plataforma pública, con su retiro del arzobispado de Madrid.