El consejero Francisco Castejón recuerda que el nuevo Gobierno «hará políticamente lo que entienda que debe hacer», si bien el dictamen del Consejo de Seguridad Nuclear -CSN- es «vinculante si es negativo o afirmativo condicionado», sobre la mina de uranio de Retortillo
C.T.M./ ICAL. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) confirmó este lunes, en palabras del consejero Francisco Castejón, que sus técnicos continúan «evaluando el proyecto» de mina de uranio a cielo abierto que la multinacional australiana Berkeley aspira a abrir en la localidad salmantina de Retortillo, por lo que no hay una fecha definida para la emisión del dictamen del CSN que dependerá de «cuando los técnicos terminen su trabajo».
«Una de las cosas sagradas en el Consejo de Seguridad Nuclear es la independencia de los técnicos«, aseguró en ese sentido Castejón, que este lunes visitó el Centro de Láseres Pulsados (CLPU). Aunque estos «no hacen trabajo de campo, sí pueden encargar medidas», entre las que situó la «caracterización radiológica del terreno» solicitada para «comparar cómo es radiológicamente antes y después del funcionamiento de la instalación».
A partir de pruebas como la mencionada, los técnicos «lo que hacen básicamente es evaluar documentos e información» para emitir un dictamen que «puede ser de tres tipos: afirmativo, afirmativo condicionado y negativo», recordó Castejón.
Asimismo, el consejero del CSN señaló que si el dictamen «es negativo o afirmativo condicionante, es vinculante», en cuanto a que «si es negativo no puede haber permiso, y si es condicionado, dependerá del Ministerio autorizar o denegar la autorización final, pero siempre con las condiciones planteadas por el CSN como de obligado cumplimiento».
No obstante, Castejón quiso dejar claro que es el Ministerio para la Transición Ecológica el que «políticamente, hará lo que entienda que debe hacer» y que el CSN lo único que está haciendo es «evaluar con el rigor que le toca a esta institución» las circunstancias de la mina de uranio y planta de concentrados de combustible de Retortillo, ante la que no se quiso posicionar porque no puede «ser juez y parte».