La Guardia Civil ha detenido en Castro Urdiales (Cantabria) a una mujer de 61 años por la muerte de su marido, de 57, que llevaba en paradero desconocido desde febrero.
Desde entonces es como si se lo hubiera tragado la tierra. No había pistas de su destino ni Con el fin de tratar de encontrar algún indicio por mínimo que fuera para poder tirar del hilo, los agentes se pusieron en contacto con la ahora detenida para pedirle su permiso (no tenían permiso judicial) para registrar su vivienda por si encontraban algo significativo.
La mujer accedió y reacciono con rapidez, porque los guardias irían a su casa al día siguiente. Acudió a casa de una amiga y le dijo: «Mari Carmen, por favor, guárdame esta caja que va a venir la Guardia Civil a mi casa y no quiero que vean los consoladores y las bolas chinas que uso. Van a pensar mal de mí», según informa El Confidencial.
En la madrugada del viernes al sábado, Mari Carmen, que reside en una vivienda de la calle Santa Ana de Castro Urdiales (Cantabria), notó cierto hedor que desprendía una caja que le había entregado su vecina Dionisia.
Al abrir la caja, la mujer no encontró ningún juguete sexual, sino la cabeza decapitada del marido desaparecido de la vecina.
Al verlo, la mujer sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios.
El juez ha decretado el secreto sumarial, según informa El Confidencial.
