La lista de espera quirúrgica creció en 1.307 pacientes en el tercer trimestre de este año, hasta alcanzar los 27.224, en relación al mismo periodo del pasado año, cuando esperaban para ser intervenidos 25.917. Por tanto, experimentó un aumento del 5,04 por ciento, mientras la demora media aumentó en nueve días, hasta situarse en los 89, lo que supone casi tres meses, según los datos publicados este jueves por la Consejería de Sanidad.
Salamanca sigue teniendo la lista de espera quirúrgica más elevada de la región, ya enquistada y sin atajar, con 5.300 personas esperando a entrar en el quirófano y sin que nadie le ponga remedio, aunque presuman de que ha bajado en 233 personas respecto a las que había el año pasado por estas fechas. Menudos logros.
Además, la espera media para operarse es de 123 días, tres más que hace un año, según los datos difundidos por la Consejería de Sanidad.
Hospitales
Cinco hospitales de la red de Sacyl redujeron la lista de espera en el tercer trimestre, en relación al mismo periodo de 2018. De esta forma, el Hospital Universitario del Río Hortega de Valladolid anotó una reducción del 9,68 por ciento, con 304 menos, hasta los 2.835, y el Complejo Asistencial de Salamanca registró una rebaja del 4,21 por ciento, con 233 pacientes menos, hasta los 5.300. También el Clínico de Valladolid logró mejorar su lista con 303 pacientes menos, un 11,75 por ciento, hasta los 2.275.
Además, registraron descensos de la lista de espera los complejos asistenciales de Soria, con un 1,01 por ciento menos -ocho pacientes- hasta los 786, y el de Ávila, con un 8,05 por ciento -79 pacientes- hasta los 902.
En el lado opuesto, con los mayores incrementos porcentuales, figuran el Hospital Santiago Apostol de Miranda de Ebro, con una subida del 31,52 por ciento, con 180 más, hasta los 751, seguido del Universitario de Burgos, con un aumento del 28,36 por ciento -779 más- hasta los 3.526. A continuación figura el Complejo Asistencial de Zamora, con una subida del 25,25 por ciento, 352 más, hasta los 1.746; el Santos Reyes de Aranda de Duero (Burgos), con un 18,85 por ciento más, hasta los 517; el de León, con un 15,48 por ciento más, hasta los 3.677; el del Bierzo, con un 12,25 por ciento más, hasta los 2.071; el de Palencia, con un 6,22 por ciento, hasta los 973; el de Medina del Campo, con un 4,69 por ciento, hasta los 402, y el de Segovia, con un 3,32 por ciento más, hata los 1.463.
Respecto a la demora media, se redujo en cinco hospitales: Río Hortega (dos días), Segovia y Soria (cuatro días), Medina del Campo (ocho días) y Clínico de Valladolid (once días). Por el contrario aumentó en 41 días en el Hospital de Burgos; 26 días en el Santos Reyes; 21 en el Santiago Apostol y 25 días en el de León. También subió 15 días en el del Bierzo; siete en el de Ávila; tres en el de Salamanca, y cuatro en el de Palencia.
Especialidades
En cuanto a las especialidades, traumatología se mantiene como la que presenta la lista de espera más elevada, con 8.498 pacientes; seguida de oftalmología con 4.608; cirugía general y de aparato digestivo, con 4.549; urología, con 2.743, y otorrinolaringología, con 2.264. Los mayores incrementos se dieron en cirugía maxilofacil, con una subida del 31,12 por ciento; neurocirugía, con un aumento del 28,79 por ciento, y cirugía plástica, con un 27,83 por ciento más. La demora media más alta se registró en cirugía plástica, con 119 días, seguida de traumatología, con 116 días, y neurocirugía, con 108 días.
Igualmente, los 15 procesos más frecuentes en la lista suponen el 46,87 por ciento de los casos, en total, 12.760. Así, encabeza el ranking cataratas no relacionadas con la edad (2.365 y 8,69 por ciento), seguida de artrosis de rodilla (1.676 y 6,16 por ciento), catarata vinculada a la edad (1.331 y 4,89 por ciento), hernia inguinal (1.045 y 3,84 por ciento), deformidades adquiridas de los dedos de manos y pies (933 y 3,43 por ciento), artrosis de cadera (910 y 3,34 por ciento) y lesiones de hombro (597 y 2,19 por ciento). También figuran: mononeuropatias de extremidad superior, enfermedades de la nariz, hernia ventral, trastorno interno de rodilla, colelitiasis, hernia umbilical, complicaciones de prótesis y enfermedades crónicas de las amigdalas.