Los originales y atrevidos diseños del Concurso de Jóvenes Emprendedores abren la última jornada de la Pasarela de la Moda de Castilla y León
N.M.J./ ICAL. El color blanco combinado con el negro, los tocados y los sombreros pisaron fuerte este jueves en la tercera y última jornada de la XXII edición de la Pasarela de la Moda de Castilla y León, de la mano de la firma Natacha Arranz Atelier y cuyos conjuntos aparecieron en escena tras el desfile de los ocho jóvenes diseñadores, que se postulan para ganar el Concurso de Jóvenes Diseñadores.
La colección ‘Angel Look’, se caracterizó por el uso de tonos blancos y negros, estableciendo un amplio contraste entre las dos tonalidades. Según explicó la diseñadora, la colección es un «fundido bicolor», que le ha permitido salir de «su zona de confort», debido a que ha dejado atrás los tonos más coloridos que utilizaba antes, atreviéndose a combinar el negro solo con blanco. En el desfile pudimos ver prendas con un patronaje muy cuidado, donde los conjuntos juegan con las superposiciones.
El primer modelo en abrir este desfile sorprendió a todos los asistentes con una falda hecha a base de peluches, que tal y como explicó a los medios la diseñadora, todos estos muñecos fueron comprados en tiendas de caridad, donde los fondos recaudados van destinados a las niños con cáncer.
La firma nació hace más de 25 años, cuya actividad fundamental es la confección de ropa prêt-à-porter y la confección artesana de sombreros, realizados con técnicas de sombrerería tradicional aprendidas en la escuela Central Saint Martins. Es por esta razón, que durante la tarde hoy no pudieron faltar los originales sombreros y tocados, que acompañaban al ‘look’ y aportaban personalidad al conjunto.
La colección ‘Cápsula’ de la firma Irene dela Cuesta fue la siguiente en salir a escena, centrada en los vestidos de novia y de invitada, donde el arte y la creatividad destacaron como referentes. Los vestidos sencillos, largos, y con mucha caída fueron los protagonistas en esta pasarela, con líneas muy marcadas e identificativas de la propia marca.
Con respecto a los colores, tal y como señaló la diseñadora, ha habido muchos tonos diferentes, aunque en la colección «destacan los plata y los tejidos bordados en cristal , combinados en azul».
Una colección inspirada en el vino
La colección Antonaga 2020, inspirada en la cultura del vino, logró sorprender al público con sus originales trajes diseñados para hombre, donde los autores lograron unir el arte del maridaje con la naturaleza, y creando de esta manera una simbiosis entre el vino y la moda. De esta forma, los diseñadores de la marca lograr mostrar al público una exhaustiva selección de tejidos, que unida a una elaboración artesanal, impresionó a los asistentes, por su identidad propia.
Según explicó uno de los encargados de la firma, Jorge Ruiz, la inspiración para esta colección llegó tras proponerles realizar una sesión de fotos en una bodega, motivándose de esta manera a crear una colección inspirada en el vino, tan común de la provincia burgalesa. Los diseñadores, naturales de Briviesca, han tratado en esta muestra de «salir del clasicismo», incluyendo toques diferentes y atrevidos, adaptándose de esta manera a las nuevas tendencias en moda de hombre.
Esta firma se encuentra disponible en 250 puntos multimarca de hombre, seleccionados estratégicamente. Con el deseo de seguir creciendo, ahora también está presente en el mercado italiano de la mano de Deppieri Offiece Showroom. Desde su creación en 1945, esta marca ha tenido una gran evolución, y actualmente cuenta con un equipo de nutrida experiencia de sastres y modistos que producen cada pieza como un objeto único y exclusivo.