Salamanca, la segunda provincia de Castilla y León con más denuncias por ciberdelitos

Salamanca registró 1.531 denuncias por ciberdelitos
La ciberdelincuencia va en aumento.

 

Las estafas por tarjetas bancarias crecen exponencialmente y suponen cuatro de cada diez delitos que se comenten a través de Internet      

 

ICAL. Las denuncias por ciberdelitos se han triplicado en Castilla y León en el último lustro y de las 2.863 presentadas en el año 2014 se ha pasado a las 8.042 del pasado ejercicio, de las cuales 1.531 en Salamanca, siendo, después de León, la provincia donde más denuncias se han interpuesto. Este incremento fue superior al registrado a nivel nacional, donde los casos se duplicaron al pasar de los 50.000 a los 110.613, según datos del Ministerio del Interior.

Ademas, Castilla y León se convirtió el pasado año en la quinta comunidad autónoma con más denuncias, sólo por detrás de Madrid (20.134), Andalucía (20.089), Valencia (14.189) y Galicia (8.364). En el extremo opuesto se sitúan País Vasco (426) y La Rioja (808).

Las estafas cometidas a través de tarjetas bancarias constituyen la principal modalidad de ciberdelincuencia y el pasado año representaron cuatro de cada diez casos. Además, estas infracciones penales se han quintuplicado en el último lustro, al pasar de las 719 contabilizadas en 2014 a las 3.201 denuncias del pasado año. Además, por engaños bancarios se contabilizaron 483 casos y 2.827 por otro tipo de estafas.

El jefe del Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León, Víctor Panizo, asegura que, a pesar de la gravedad y el incremento de este tipo de estafas bancarias, los seguros de las entidades que emiten las tarjetas bancarias provocan que los perjuicios de este tipo de delito sean menores y se «diluyan».

Infografía. ICAL.

De todas formas, Panizo, en declaraciones a Ical, alerta de que además de los medios convencionales para clonar tarjetas bancarias últimamente se viene registrando un incremento del denominado ‘SIM swapping’, método por el que los estafadores buscan lograr un duplicado de la tarjeta SIM.

Aprovechando datos como la fecha de nacimiento o número de teléfono, los hackers pueden comenzar su plan y, una vez que disponen de todos los datos víctima, se hacen pasar por ella ante la compañía telefónica. Una vez logrado el duplicado de la tarjeta, el delincuente tiene acceso a la agenda de contactos, fotos, vídeos e información sobre la cuenta bancaria, primer paso para poder realizar operaciones y para suplantar la identidad del titular.

La primera consecuencia cuando se activa un duplicado de una tarjeta SIM es que la original se desactiva automáticamente, por lo que el teléfono se queda sin la posibilidad de hacer llamadas ni acceder a Internet. Ante este síntoma, lo primero es contactar con la operadora de turno para que confirme si se ha realizado un duplicado de la tarjeta SIM sin permiso y, enseguida, informar al banco.

Menores

Aunque cuantitativamente sólo supone el 0,7% de las denuncias, los casos de abusos a menores son los que más preocupan a la Policía. El pasado año se contabilizaron 38 denuncias por pornografía infantil, un 30% o más que hace cinco años, mientras el delito por contactar con menores de 16 años con fines sexuales se multiplicó por tres y registró 13 casos. Además, hubo dos denuncias por abuso sexual y tres por acoso.

Para la prevención de ese tipo de delitos, el inspector Panizo pone el acento en el control y la responsabilidad de los padres, y asegura que la mayoría de los casos se pueden evitar «si estamos más pendientes de los móviles de nuestros hijos, algo que reconozco que no es fácil».

Tras las estafas, las amenazas son el delito que más se comete utilizando la red y el pasado año representaron poco más del 9 por ciento (727). Con relación a 2014 crecieron un 26,65%.

Por su parte, los casos de acceso ilegal informático, apartado se engloban los casos en los que el delincuente accede a una cuenta de correo o un perfil de redes sociales sin consentimiento del titular y difunde la información almacenada, registraron 87 denuncias. Por ataques informáticos se presentaron 91 denuncias; 105 por coacciones, 20 por calumnias y 33 contra la propiedad intelectual. La única modalidad delictiva que se ha reducido en estos cinco años han sido las injurias, que han caído la mitad al pasar de las 160 de hace cinco años a las 80 del pasado año.

A pesar del incremento de los ciberdelitos, que Panizo sitúa como consecuencia del uso generalizado de las nuevas tecnologías en la vida diaria, el jefe del GIT asegura que no hay motivos para la alarma y destaca que la Policía cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a las nuevas formas de delincuencia.

Provincias

Por provincias, León se situó a la cabeza y aglutinó casi una de cada cuatro denuncias presentadas en la Comunidad. En total fueron 1.969 casos, el 24,48 % de Castilla y León. No obstante, esta cifra está lejos de la registrada en Madrid (20.134), Valencia (7.993), Baleares (6.277), Alicante (4.732) o Sevilla (4.442).

Tras León aparece Salamanca con 1.531 (19,03%), Valladolid con 1.201 (14,93 %), y Burgos, donde se tramitaron 943 (11,72 %). En el extremo opuesto se situó Soria, con 343 (4,26 %); Zamora, donde se registraron 377 casos (4,26 %), y Segovia, con 448 (5,57 %). En Ávila se presentaron 560 denuncias (6,96 %) y en Palencia, 670 (8,33 %).

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