La consejera de Sanidad, Verónica Casado, invitó este martes a vacunarse a todos los grupos de riesgo, también a los profesionales sanitarios, a los que recordó que las tasas todavía son bajas, cuando son un colectivo muy expuesto al virus y que, además, también lo pueden transmitir. Casado recordó que en personas sanas la gripe puede ser una enfermedad banal, pero no en aquellos pacientes mayores de 65 años o pluripatológicos, hasta el punto de que puede provocar ingresos y muertes.
En su papel de médico de familia, también alertó a la población de la importancia de diferencia entre una gripe y un catarro; de no tomar antibióticos, ya que su uso inadecuado provoca resistencia; y, en caso de convivir con personas afectadas, extremar la higiene, lavarse muy bien las manos, y mantener la distancia.
Este año, la Junta ha adquirido 620.000 dosis antigripales, con una inversión de 3,12 millones de euros. De ellas, 200.000 unidades se corresponden con la vacuna tetravalente, con cuatro cepas gripales. Con ellas, se cubrirán las posibilidades de circulación de virus B, para su dispensación en personas de entre 60 y 64 años inclusive, en grupos de riesgo sanitarios por patologías previas y en colectivos de riesgo social, bien por su trabajo para la colectividad o por la posible transmisión de la enfermedad a población de riesgo entre la población de hasta 64 años.
La actual campaña se prolongará hasta el 29 de octubre y se recomienda pedir cita previa en el centro de salud. Como novedad, suma a los niños de entre seis meses y dos años con antecedentes de prematuridad, es decir, nacidos antes de las 32 semanas de gestación, además de a las personas con cualquier trastorno de la coagulación, y a los grupos habituales. También, se incidirá en el resto de grupos de riesgo, como las embarazadas, profesionales sanitarios y mayores de 65 años. En las gestantes y sanitarios, Salud Pública quiere incrementar hasta el 40 por ciento las tasas de cobertura.
Grupos recomendados
La vacunación frente a la gripe se dirige a personas adultas y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas -pulmonares, cardíacas, renales, hepáticas, oncológicas, neuromusculares graves, diabéticos, inmunodeprimidos, etc.-; personas con discapacidad y/o déficit cognitivo -síndrome de Down, demencias, etc.-; pacientes crónicos institucionalizados; niños y adolescentes, de entre seis y dieciocho años, que reciban tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar el síndrome de Reye tras la gripe; personas con obesidad mórbida -índice de masa corporal superior a 40-; y mujeres embarazadas, en cualquier momento del embarazo.
La recomendación de vacunación se extiende también a residentes en instituciones cerradas -centros o instituciones geriátricos y centros de asistencia a enfermos crónicos, disminuidos psíquicos, etc.-; a trabajadores sanitarios; a personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo: trabajadores de centros asistenciales de mayores, trabajadores sociales de similar dedicación -atención a crónicos- y cuidadores y convivientes con personas de riesgo; servicios esenciales para la Comunidad: bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Protección Civil, etc.); trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con el medio ambiente; y personal educativo, especialmente de guarderías y de centros de Educación Infantil. Asimismo podrán recibir la vacuna aquellos que así se lo prescriba su médico.
En el caso de pacientes hospitalizados, éstos podrán ser vacunados durante su ingreso y si se trata de personas institucionalizadas en centros sociales de atención a mayores y/o asistidos, la vacunación se realizará por personal de Sacyl de Atención Primaria, en colaboración con el personal de estas instituciones.
Actividad gripal
En función de la evolución del virus en los países del hemisferio sur, el virus no será demasiado virulento, según Pacheco. En la temporada anterior, la tasa de incidencia sin ajustar fue del 3,1 por ciento, muy parecida a la anterior (3,2 por ciento); también en el caso de la ajustada, con 2,2 por ciento.
La onda epidémica comenzó en la semana 2/2019, y alcanzó el máximo en la 6/2019, con 297 casos por cada 100.000 habitantes (intensidad media) y finalizó en la 11/2019, lo que supone una duración de nueve semanas, una menos que la mediana de duración registrada por la Red Centinela. Los grupos más afectados por la gripe durante el invierno pasado fueron los niños menores de 15 años, con tasas relativamente poco relevantes en adultos y personas mayores; aún así, el 22,6 por ciento de los pacientes en edad laboral precisó baja.
Tasas de cobertura
En 2018, durante la campaña autonómica de vacunación antigripal, 530.740 personas se vacunaron, lo que supone un 22,03 por ciento de la población castellana y leones. Por grupos de edad, se vacunó el 7,18 por ciento de la población menor de 59 años, 117.987 personas; el 26,73 por ciento de los de entre 60 y 64 años inclusive, 43.543; el 61,11 por ciento de lo de 65 años y más, 369.028, y el 71,85 por ciento de los mayores de 75 años, 238.423.
En concreto, los residentes en centros geriátricos fueron 35.235 (90,89 por ciento) y las embarazadas que se vacunaron fueron 4.258 (39,01 por ciento). En el ámbito laboral de Sacyl, 3.322 profesionales de Atención Primaria, el 38,87 por ciento, recibió su dosis; y en Atención Especializada, con 8.356 vacunados, la cobertura se elevó al 32,41 por ciento. Mientras, hubo 179 integrantes de la Gerencia de Emergencia Sanitarias, el 55,59 por ciento, recibieron la vacuna.
En asistencia socio sanitaria, 4.062 trabajadores de centros geriátricos se vacunaron frente a la gripe (28,83 por ciento) y a través de mutuas y de servicios de salud laboral de la Comunidad, otros 9.194 empleados de distintos sectores también lo hicieron.