Cortó con su novio, un amigo le dijo que había muerto y cuando paró en un restaurante para preguntar por un familiar se lo encontró trabajando allí.
Rachel tenía 21 años cuando empezó a salir con Alister, de 18, ambos australianos. Durante su relación él perdió su trabajo de chef y ella le prestó mil euros al cambio para que pudiera afrontar sus gastos mientras encontraba otro empleo.
Pero antes cortaron y él solo le había devuelto 300 euros. Poco después, el novio desapareció y no supo nada de él hasta que un amigo le dijo que había muerto.
Dos años más tarde, cuando ella paró en un restaurante para ver a su excuñado, que trabajó allí durante mucho tiempo, se encontró con que el familiar ya no estaba allí, pero sí su exnovio, Alister. Pese a su insistencia, no le dejaron hablar con él para que pedirle explicaciones y el dinero que le debía.
Un tiempo después volvió a coincidir con él en otro restaurante, donde sí pudo hablar con él un poco, pero tampoco le dio lo que le debía.