[dropcap]E[/dropcap]l gran Paco de Lucía, en una entrevista, explicó, que el flamenco era algo muy sencillo, pero esencial para quien ha nacido en él; que era “como respirar”. Los amantes y seguidores de la cultura flamenca en el mundo celebran este sábado el Día Internacional del Flamenco.
En este orden de ideas, vale precisar que el flamenco fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, el 16 de noviembre de 2010, en Nairobi (Kenia), tras propuesta de la Junta de Andalucía, con el apoyo de Murcia, Extremadura y del Gobierno español.
En Venezuela, los amantes de este arte se reúnen para exaltar ese sentimiento andaluz que palpita, con frenesí, al otro lado del Atlántico.
Aura Rivera es bailaora profesional y dirige su propia academia de flamenco en el estado Táchira, frontera de Venezuela y Colombia. En cuanto a su interés por este fascinante mundo, subraya que “el flamenco es un arte de mucho respeto, por toda su connotación tradicional. Lo apreciamos en toda su dimensión y lo abordamos de una manera muy sería, procurando mantenernos lo más informadas y formadas, para poderlo difundir de una manera muy respetuosa y cumpliendo con las normas, puesto que entendemos que es muy importante para los andaluces”.
Un sol intenso destella sobre la región andina venezolana. En grupos de tres o cuatro, las futuras bailaoras van dotando de vida y entusiasmo la sala de ensayos. Para Aura es una gran responsabilidad instruir a sus alumnas en el flamenco como una gran experiencia vital.
“A nivel laboral ha sido una experiencia muy interesante. Delunares, que es la academia que dirijo, empezó de una forma bastante simple y a medida que pasa el tiempo y que nos hemos venido encontrando con talentosos y experimentados maestros, tanto en lo concerniente al baile como en la parte del canto, hemos estado nutriendo este arte para acercarnos a la esencia de lo que es el Flamenco”, puntualiza, entusiasta.
Por otra parte, sostiene que su relación con la cultura flamenca le ha deparado satisfacciones personales de gran valía.
“En lo personal, el flamenco ha sido un compañero de vida. A través de esta manifestación he conseguido darle un rumbo a mis emociones, hasta alcanzar un equilibrio. Gracias a las intensas emociones que nos permitimos expresar a través del baile, considero que logramos cierta sanidad psíquica y emocional. Sin duda, ha sido una gran ayuda, un gran compañero. En mi evolución como persona, el flamenco ha sido una pieza fundamental. Siempre estamos celebrando este arte: bailándolo, aprendiéndolo”, reflexiona.
Precisó que compartirán en la capital del estado Táchira con los amantes del arte flamenco, en una actividad llamada ´Café Cantante´, a propósito del Día internacional del flamenco. “Tendremos grupos en vivo, baile y cante, para celebrar nuestra admiración y amor por esta importante manifestación cultural española”.
Por Raúl Márquez (Táchira, Venezuela)