Con ocasión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), que se celebra en Madrid, Unicaja Banco ha firmado este lunes, junto a más de veinte entidades financieras españolas, un acuerdo colectivo de acción climática, promovido por la Asociación de la Banca Española (AEB) y la CECA, por el que las entidades se comprometen a proceder en un plazo determinado a reducir la huella de carbono en sus carteras de crédito, en línea con los objetivos marcados en el Acuerdo de París.
Asimismo, las entidades firmantes acuerdan desarrollar las metodologías necesarias para valorar el impacto que puede tener en sus balances la actividad desarrollada por sus clientes desde un punto de vista
de preservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Unicaja Banco impulsa desde hace años la protección del medioambiente. En este sentido, la entidad recientemente ha revisado sus programas en esta materia y ha incorporado los principios específicos de lucha contra el cambio climático, comprometiéndose a desarrollar y promover actividades sostenibles.
El acuerdo recoge que en un plazo máximo de tres años, las entidades habrán establecido y publicado los objetivos específicos del sector, basados en escenarios para la alineación de las carteras con los objetivos del Acuerdo de París. Tras la firma de Acuerdo, podrían comenzar a verse los primeros frutos de este compromiso en un año, pues los bancos se proponen publicar e implementar en ese plazo un conjunto de medidas, que tomarán en diálogo permanente con sus clientes, para fomentar el cambio hacia tecnologías, modelos de negocio y sociedades bajas en carbono y resilientes al clima. Cada entidad, además, informará anualmente sobre su progreso individual y cada dos años sobre el progreso colectivo alcanzado en el desarrollo de este compromiso.
Involucrar a clientes
Inicialmente, los bancos firmantes centrarán sus esfuerzos en los sectores, dentro de sus carteras, más intensivos en carbono y más vulnerables al clima, que son clave para la transición hacia una economía baja en carbono y para construir resiliencia en aquellas comunidades más expuestas a los efectos del cambio climático. Se proponen también involucrar a sus clientes en este proceso de transición.
En palabras de José María Roldán, presidente de la AEB, este acuerdo pone de manifiesto que “los bancos son conscientes de que tienen en sus manos el modo de hacer frente a los desafíos y también de aprovechar las oportunidades que ofrece la lucha contra el cambio climático, por esa razón quieren contribuir a realizar los cambios necesarios para lograr una economía baja en carbono y resistente al clima”.