Por riesgo para los peatones y autorizado por la Confederación Hidrográfica del Duero y con el visto bueno del Servicio Territorial de Medio Ambiente, el Ayuntamiento procederá esta semana a la retirada de árboles senescentes y con anomalías en la margen derecha del río Tormes junto al Puente Romano
Técnicos municipales han detectado estructuras dañadas y alteradas en grados inaceptables en chopos, sauces y robinias. En el informe realizado al respecto se detalla que estos ejemplares presentan decaimiento generalizado de la copa, al ser senescentes, grietas verticales, cavidades generalmente como consecuencia de fracturas y en muchos casos originados por la edad avanzada, perforaciones por larvas de insectos y pudriciones que provocan roturas de ramas en árboles de grandes dimensiones.
Se trata de especies muy invasoras en el entorno en que se encuentran, además de alóctonas. La Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde en Salamanca recomienda la sustitución progresiva por otras pertenecientes a la vegetación propia del río Tormes. De manera que posteriormente se plantarán frenos y alisos.
La retirada de estos árboles también se realiza por motivos de seguridad, pues se trata de una zona frecuentada por peatones y ciclistas donde puede producirse la caída de ramas y de los propios árboles dado el deterioro de su tronco. Incluso podría afectar al Puente Romano, provocando daños irreparables sobre el patrimonio.
El informe de los técnicos municipales añade que “no existen, a día de hoy, técnicas capaces de explorar y cuantificar la estática y la solidez de toda estructura del árbol, copa, tronco y anclaje, y el propio empuje del viento que puede llegar a ser caótico, turbulento e imprevisible”.