La Confederación Hidrográfica del Duero mantiene a última hora de la tarde del sábado 20 estaciones de aforo en estado de alarma en la Comunidad y otras 27 en alerta, en una jornada en la que las avenidas de agua empiezan a llegar a las zonas bajas de los ríos y comienzan a abandonar las zonas de montaña. Las inundaciones compartieron este sábado protagonismo con las fuertes rachas de viento, que en zonas de la Cordillera Cantábrica alcanzaron los 120 kilómetros por hora y causaron numerosos daños materiales en áreas urbanas, donde rondaron los 90 kilómetros, motivo por el que la Comunidad se encontraba en alerta naranja.
De hecho, el viento, que sigue muy presente en Castilla y León, provocó que el 1-1-2 atendieron durante la jornada más de un millar de llamadas y se hayan gestionado más de 500 emergencias. Las provincias más afectadas en este sentido fueron Burgos, Valladolid, Salamanca y Palencia, donde se pudieron ver árboles caídos, aparcamientos y parques cerrados, contenedores volcados tras colisionar contra vehículos aparcados en la vía pública, caída de cascotes desde cornisas y distintos daños materiales.
Además, mañana domingo Castilla y León sufrirá rachas de viento de 80 kilómetros por hora de forma general, por lo que seguirá en alerta, aunque en este caso amarilla. Sin embargo, se mantiene la naranja en las zonas montañosas de Segovia y Ávila y en la provincia de Soria, en zona de Meseta.
Fueron muchas las quejas de alcaldes que han criticado la ausencia de limpieza de los cauces, una de las principales causas de estos problemas generados por las riadas. En este sentido, la presidenta de la CHD, Cristina Danés, señaló que de cara a las próximas horas la previsión es “mala”, pues además de la alerta por fuertes rachas de viento que azotará a la Comunidad, “seguirá lloviendo y de aquí al martes habrá puntas de crecida”. De hecho, añadió que la onda de la crecida en regularse, por lo menos hasta el final de la próxima semana”. También justificó que se trata de una situación excepcional, con máximos históricos en los caudales que provienen de precipitaciones “totalmente inusuales y a consecuencia del cambio climático”.
Por su parte, la delegada del Gobierno, Mercedes Martín, pidió prudencia y esperar a que “amaine” esta situación para “evaluar con pedagogía, responsabilidad y lealtad entre todas las administraciones”. En este sentido, comprometió estudiar los diferentes decretos, el último de septiembre de 2019, para compensar los daños en bienes materiales y personas, mediante la colaboración con las entidades locales, dado que la declaración histórica de zona catastrófica ya no existe como tal.
Situación de ríos en alarma
Además del viento, la CHD recoge una veintena de estaciones de aforo en estado de alarma, donde los ríos se encuentran desbordados. Así ocurre en el Arlanza, en dos puntos de Burgos, en Lerma y Peral de Arlanza, y en otro en Palencia, en Quintana del Puente. En esta provincia también mantiene la alarma el Carrión, en Celadilla del Río, Villoldo y Palencia capital, donde la punta de la avenida llegó esta tarde; y también el Pisuerga, en Salinas de Pisuerga y Cordovilla.
En León, los puntos más calientes, declarados en alarma, se encuentran en el río Cea, en las estaciones de Sahagún y Valderas; el Esla, en Benamariel 2 y Villómar; en el Omaña, en la estación de Castro de la Lomba; el Tuerto, en la estación de San Félix de la Vega. A ellos se suma el Órbigo, en la estación de Cebrones. Este mismo río está en alarma aguas abajo, pero ya en la provincia de Zamora, en Manganeses y Santa Cristina de la Polvorosa.
En Segovia está en la misma situación el Duratón, en la estación de Sepúlveda; y el Riaza, en la de Languilla. Por último, en Soria está en alarma el río Revinuesa, en la estación de Vinuesa.
Carreteras cortadas
Precisamente, la agresividad de los ríos en determinados puntos causa también a estas horas complicaciones en carreteras, en algunos casos con el cierre de las mismas. Así, se encuentra cerrada, en Burgos, la CL-629, en Sotopalacios, por la crecida de los ríos Ubierna y de la Hoz; la CM-512, en Fresno-Alhándiga, y la DSA-285, en Sotoserrano, a causa del desbordamiento de arroyos cercanos en ambos casos (Salamanca). En Palencia, la P-412, en Cordovilla, por las inundaciones provocadas por el Pisuerga; y la P-991, en Husillos, por la subida del Carrión.
Además, en la provincia de León son varias las vías cortadas: la LE-412, en Villaquejida, y LE-511, en Toral de los Guzmanes, en ambos casos localidades por las que transita el Esla; la LE-213, en Villasabariego, junto al río Porma y al lado de Puente Villarente; la LE-413, en La Nora del Río, por la crecida del Órbigo; en la cercana LE-8506, en Alija del Infantado, por la afectación del mismo río; y la CL-626, en Sena de Luna, por el incremento de caudal del Luna.
Por último, otra de las provincias más afectadas es Valladolid, principalmente en el norte de la misma. Así, la DGT mantiene cerradas a estas horas, por la subida del río Cea, la VP-4017, en Melgar de Arriba; la VP-4018, en Melgar de Abajo; la VP-4019, en Monasterio de Vega; la VA-932, en Saelices de Mayorga; y la VA-542, en Mayorga.