El PP y Cs que gobiernan en el Ayuntamiento de Salamanca dejaron este viernes pequeño a Vox con sus planteamientos sobre la libertad de expresión y la xenofobia. En ambos casos sobrepasaron por la derecha ala formación ultra, censurando el concierto de ‘Los chicos del maíz’, que no se celebrará, y haciendo la vista gorda con una recogida de alimentos xenófoba autorizada en una plaza pública en vísperas de la Navidad.
Ambos asuntos salieron a relucir en el pleno municipal, en el que Cs dijo que la cancelación del concierto de ‘Los chikos del maíz’ no era censura por motivos ideológicos, sino «una rescisión de contrato. Sus letras son ‘caca, culo, pedo, pis’. Este debate es estéril, porque no hay censura. Hay un criterio de oportunidad, porque (ese concierto) no es aconsejable y jurídicamente es factible (cancelarlo). No se les censura», dijo el edil Fernando Castaño.
La concejala de Cultura, María Victoria Bermejo, del PP, dijo (mejor dicho, leyó) que «una cosa son las ideas manifestadas en libertad y otra distinta es la apología de la violencia que hace este grupo. Violencia no es ideología ni arte, es violencia. Nos preocupa que se dé cabida a mensajes que invitan al puñetazo, la patada, hasta el ahorcamiento de quien piensa distinto a ellos». Agregó que la cancelación del concierto, previsto para el mes de marzo y cuyas entradas se agotaron en unas horas, no es censura sino «rectificar un error en la programación, porque para este equipo de Gobierno lo primero es defender los valores de esta ciudad», como «la concordia, donde el enfrentamiento y la violencia no tienen cabida».
El concejal socialista Álvaro Antolín, le replicó que «con esta forma de actuar el equipo de Gobierno de Salamanca copia la iniciativa de Vox en Sevilla, que hace días intentó cancelar un concierto de este grupo que finalmente se celebró el 13 d diciembre con normalidad».
El también socialista, José María Collados, echó en cara al PP y Cs que el mismo filtro que tienen para los conciertos podían tenerlo para impedir que una organización de ultraderecha de Salamanca organizara el pasado 21 de diciembre una recogida de alimentos solo para españoles, en la plaza del Barrio Vidal, con la autorización del Ayuntamiento. Esa misma organización realizó esta misma semana una recogida de juguetes solo para españoles.
El PP alega que en la solicitud del permiso para ocupar la plaza no se ponía que se iba a hacer una recogida de juguetes xenófoba, a lo que Collados les dijo que «no se enteran de nada». o no se quieren enterar, porque no había que ser un lince para saber quién estaba detrás de esa iniciativa.
Por su parte, Carmen Díez, concejala de Podemos, afirmó que al “retirar el concierto de la programación, se producirá censura previa” respecto a la presencia de un grupo que “no tiene denuncias abiertas ni ha sido condenado por sus actuaciones». En ese sentido, la edil de IU, Virginia Carrera, acusó también de «censurar la cultura y atacar la libertad de expresión» con una decisión que calificó como «arbitraria» y que según sus palabras «crea un precedente de ciudad censora», además de influir en los seguidores que ya han comprado las entradas.
1 comentario en «PP y Cs adelantan por la derecha a Vox en Salamanca»
En relación con el asunto de la actuación de «Los Chikos del Maiz» señalar que se entiende que esta actuación se encuentra dentro del programa de actuaciones aprobado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes (más concretamente por su Patronato), debería ser este Patronato quien se pronuncie, en última instancia, sobre la suspensión de la actuación de «Los Chicos del Maiz».
Dicho esto, considero que no hay motivos para la suspensión de esta actuación y, algo a tener en cuenta, es que esta no es contraria a los fines de la Fundación indicada, a la vista de sus Estatutos.
Por otro lado, en aras de la libertad de expresión (artística) reconocido como un derecho fundamental en la Constitucion Española (artículo 20); no es procedente la suspensión de esta actuación que nos ocupa.
Puede haber público al que no le guste este tipo de grupos y el estilo de sus canciones (letras ácidas y críticas). Es comprensible, pero eso no puede ser causa de la suspensión de la actuación de un grupo musical.
En definitiva, debe prevalecer el derecho de la libertad de expresión sobre cualquier otro interés de tinte ideológico o prejuicio artístico.
La suspensión de este concierto, podría ser considerado como un acto de censura y por otra parte podría acarrear una indemnización a favor del grupo musical por la resolucion del contrato (incumplimiento del mismo).
Ello a parte de la devolución del importe de las entradas vendidas.