Francisco Igea, el dirigente naranja, pide no alimentar “más trincheras” en un escenario de política “machaca” y apuesta por el “campo abierto”
ICAL. El dirigente de Ciudadanos y vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, sostiene en un artículo que su partido «tiene que huir de su propio nacionalismo, de quienes apelan al miedo, de quienes culpan al enemigo ,o a la conspiración, de sus propios problemas». «El nacionalismo de partido es tan malo como cualquier otro», sentenció el vallisoletano, al tiempo que apeló a la «clama» para conservar la «tranquilidad».
En su reflexión tras la formación del Gobierno de Pedro Sánchez, publicada en su perfil de Facebook y titulada ‘¿Y ahora qué? Ciudadanos ante el futuro’, Francisco Igea sostiene que Cs es el «dique de contención del populismo y del nacionalismo». «Reforcemos nuestros cimientos con más liberalismo, con más tolerancia, con más derechos, con más diálogo. No creemos trincheras dentro. No alimentemos más trincheras fuera», añade.
Asimismo, Igea considera que firmeza y diálogo no son incompatibles y que fortaleza y tranquilidad son complementarias. «Hay futuro para este partido. Somos más necesarios que nunca. Trabajemos juntos», sentencia el dirigente de Cs, quien apunta que en el nombre de la nación hay quien cree que es lícito, en ocasiones, hacer trampas. «No nos hagamos trampas a nosotros mismos», responde.
A su juicio es la hora del análisis racional, la hora de apelar a los derechos individuales, también dentro de su partido. «Mal los defenderemos si, para empezar, nos los negamos a nosotros mismos apelando a la seguridad de nuestra tribu. Nosotros defendemos que los derechos individuales son sagrados, que no existen derechos de los pueblos», dice.
Finalmente, Igea aseguró que la política que a su juicio causa furor en España «necesita y se alimenta del miedo». Por ello, censuró la política machaca al que se atreve a salir de la trinchera y se coloca en tierra de nadie», pero señaló que ese es el lugar de Cs, el «campo abierto». «Nuestro sitio es y debe ser el de la racionalidad», aunque parezca que es «hora de agruparse bajo la bandera», tras la formación de Gobierno.
