[dropcap]Y[/dropcap]a tenemos Gobierno, de coalición por primera vez en la etapa democrática, y aparentemente de izquierdas mientras sus integrantes no demuestren lo contrario. El nuevo Gobierno llega entre buenas expectativas y el ataque furibundo de la derecha.
Con sus luces y sus sombras, como no puede ser de otro modo tratándose de una fórmula hasta ahora sin explorar en España, la derecha política y mediática le ha empezado a dar estopa incluso antes de su toma de posesión. ¡Qué fatiga!
El nuevo modelo de gobierno pondrá a prueba la madurez política y personal de sus miembros, pero también la de la oposición, la derecha, que de momento solo ha dado muestras de mal perder y una agresividad impropia de un país civilizado.
Una derecha a la que la afición le ha quitado el gobierno porque se ha hartado de que le roben y le tomen el pelo y ha decidido darle una oportunidad a otra forma de ver las cosas y de gestionarlas.
Por muchas piedras que le lancen desde una derecha asilvestrada, si sus integrantes no se comportan como niños mal criados, este gobierno puede ir para largo, porque tiene el respaldo del que carecen quienes ya han apuntado sus cañones hacia ellos. Porque quieren mirar por el bien común en lugar de fomentar la trampa, el miedo, la mentira y las apariencias mientras no les pillen. Porque nos merecemos algo mejor.
Si no lo cumplen las expectativas que han generado y nos defraudan no será la derecha y su mal perder quien los eche, sino los españoles.
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