La bendición de los animales de compañía, tradición que había desaparecido de la ciudad de Salamanca y que recuperaron el veterinario Eleuterio Ferreira y el capuchino David de la Calzada hace cuarenta y un años, se celebró de nuevo este viernes.
Los actos comenzaron a las 12:00 horas en la iglesia de los padres Capuchinos, en la calle Ramón y Cajal, con la celebración de la eucaristía por el superior del convento, el padre Domingo Montero.
A continuación, en el Campo de San Francisco, ante la escultura de la que es autor Venancio Blanco, el padre Montero procedió a la bendición de los animales de compañía, en la festividad de San Antonio Abad (popularmente conocido como San Antón), patrono de los animales.
Durante la celebración de la eucaristía se leyó el Canto a las criaturas, de San Francisco de Asís. En el origen de este acto estuvo también el deseo de enlazarlo a San Francisco, que, en palabras del padre David de la Calzada, si no lo hubiera sido ya San Antonio Abad, habría sido el patrón actual de los animales, según la diócesis salmantina.