Unionistas acortó este miércoles la distancia entre el fútbol popular y el galáctico del Real Madrid, que sufrió más de la cuenta en las Pistas para pasar a octavos de final en la Copa del Rey.
Antes del partido nadie daba un euro por Unionistas en el cruce contra el Madrid, y se esperaba un partido desastroso como ha sido todo lo que ha rodeado al encuentro durante la semana previa. Los aficionados se acordaron de eso y cantando le preguntaban al alcalde que dónde estaba la licencia, dónde está.
Pero el compromiso de Unionistas y el empuje de su afición estrecharon las distancias con un Real Madrid desganado y confiado, que viajó a Salamanca sin buena parte de sus principales figuras.
El Madrid iba a medio gas y los charros salieron sin miedo, pero sin temeridad porque delante estaba uno de los mejores equipos del mundo. Sin miedo, pero sin perderle el respeto a su rival, Unionistas plantó cara al campeón de la Supercopa, que no encontraba la forma de hincarle el diente a los charros indomables.
Tuvo que salir Brahim para sacarle las castañas del fuego al Madrid. Un gol de churro de Bale en el minuto 17 dio tranquilidad a los blancos hasta que en el 57 Álvaro Romero marcó el gol de su vida y un gol para la historia de Unionistas, casi por la escuadra.
Un golazo para la historia de @UnionistasCF ? El día que Álvaro Romero marcó contra el Real Madrid #CopaDelReyDAZN ?
El 'triunfo' del fútbol popular ? pic.twitter.com/gOUPP3yosO
— DAZN España (@DAZN_ES) January 22, 2020
Por entonces Bale, que había paseado su indolencia por el césped, ya no estaba sobre el campo. Al Madrid le entraron las prisas, y antes de atacarse Brahim marcó solo tres minutos después un tranquilizador 1-2, también con una elevada dosis de fortuna, con rebote incluido.
El marcador volvía a golpear a los albinegros, pero su coraje seguía intacto. Areola, el portero titular del Madrid, evitó el segundo por la escuadra de los charros, que aún tuvieron otra oportunidad para dar otro susto al galáctico Real Madrid. Ya en el 90, Brahim marcó el tercero en una acción individual espectacular.
Al final, pasó el que se esperaba, pero no como deseaba.