Un total de 9.217 espectadores poblaron las gradas del estadio Helmántico para presenciar en directo la final de la Supercopa de España entre el Barcelona y la Real Sociedad.
La cita se convirtió en una fiesta del fútbol en una provincia que vive ajena a los grandes eventos deportivos desde hace bastantes años.
El buen ambiente se vivió hasta el final, cuando se anunció por megafonía que el presidente de la Federación, Luis Rubiales, iba a entregar el trofeo a las campeonas. Entonces un sector del público abucheó al presidente, y repitieron los silbidos cuando su nombre volvió a sonar poco después. Y eso que Rubiales ha traído la final a Salamanca y ha hecho que la Copa del Rey masculina deje de ser un bodrio.
La siguiente reacción adversa del público se produjo durante la celebración del título por parte de las campeonas. Tras atronar el ineludible We’re the champions de Queen, empezó a sonar por megafonía el himno del Barça que recibió una sonora pitada por parte del respetable, sobre todo de la zona de tribuna, que es donde más concentración de aficionados había. Como el que recibe el himno de España en finales donde está el Barça.
Cómo sería la cosa que las jugadoras del Barça, al ponerse de pie ante el arco triunfal donde recibieron una lluvia de confeti como brillantes campeonas del torneo, se dirigieron directamente hasta el fondo sur para celebrarlo con una parte de su afición, para evitar los abucheos de la zona de tribuna. Luego la mayoría de ellas se quedó ya ante la boca de vestuarios pero tres jugadoras siguieron hasta llegar a la zona del fondo norte, ya con las gradas casi desiertas, donde recibieron una ovación por parte de los que quedaban.
Esas fueron las notas discordantes de una final que en los instantes previos al comienzo del partido, vivió un emotivo homenaje, con todo el público del Helmántico en pie, a la jugadora del equipo benjamín del conjunto salmantino del Calvarrasa de Abajo, María Caamaño, que se encuentra luchando contra un cáncer, y que además fue la encargada de realizar el saque de honor del encuentro.
Tras el mismo, y después del pitido inicial, las jugadoras permanecieron medio minuto paradas en el terreno de juego para dar visibilidad a su reivindicación para contar con un convenio colectivo.
A la primera final oficial de la Supercopa de España de fútbol femenino acudieron el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el presidente de las Cortes, Luis Fuentes; el presidente de la RFEF, Luis Rubiales; la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco; la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría; el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, entre otras autoridades.
1 comentario en «Pitada al himno del Barça en el Helmántico»
Vaya panda de catetos que somos..