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Opinión

Respiración cuadrada (y su poder)

Foto. Sofie Zborilova

 

[dropcap]A[/dropcap]nécdotas de yoga. Bienvenida, bienvenido.

 

Hoy recuerdo cuando Juana, nuestra alumna imaginaria, vino a clase de yoga y el primer día mi sugerencia fue la idea de que estuviera durante toda la primera parte de la práctica respirando. Juana se quedó muy sorprendida de esta forma de comenzar con el yoga y me decía: “Explícame por qué esto de respirar”.

Yo le explicaba que la respiración en yoga es una de las herramientas por las que debemos empezar y hay que aprender. Y es que es importante aprender a respirar para vivir mejor. En yoga hay varios tipos de respiración, y estos forman la cuarta rama del yoga: pranayama, de las ocho que conforman el yoga que describe el sabio Patanjali.

Es la ciencia del pranayama de la que yo le hablaba a Juana. Y ella me preguntaba: “¿Qué es eso del pranayama y cómo se hace?”

Le explicaba que pranayama es realizar una respiración consciente y de forma dirigida por ti. Esto te ayuda a expandir tu energía y es un paso previo a la concentración y a la meditación, y además un paso necesario para aprender y dominar.

Poco a poco ella fue avanzando en su respiración, realizando una respiración consciente, centrada y ordenada. Y un día comenzamos a practicar Samavritti pranayama, que es la respiración cuadrada. Entonces le expliqué paso a paso a Juana cómo hacer esta respiración cuadrada:

“Mira, Juana, hoy vamos a aprender una nueva técnica de respiración, la denominada respiración cuadrada. Es una técnica sencilla y poderosa para oxigenar el cuerpo y potenciar los músculos que intervienen en tu respiración, además de equilibrar y calmar tu mente”.

Juana me ponía cara de “Genial” y de “¿Cómo hago la respiración cuadrada?”

Así le comentaba yo:

“Te sientas con la espalda bien erguida, en tu postura de meditación, y una vez que ahí encuentras la comodidad, cierras los ojos y respiras un par de veces de forma natural. Y entonces comienzas con la respiración cuadrada. Imagina en tu mente un cuadrado y desde ahí recorre mentalmente cada uno de sus lados en cada fase de la respiración:

– Inspira contando mentalmente hasta cuatro segundos.

– Retén el aire con los pulmones llenos contando hasta cuatro de nuevo.

– Suelta el aire contando esos cuatro segundos.

– Vuelve a retener esos cuatro segundos ahora con los pulmones vacíos.

A Juana al principio le costaba mucho esos cuatro segundos entonces empezamos por dos segundos, ampliando a tres segundos, hasta llegar a cuatro. Lo que sí es importante es mantener el mismo tiempo en las cuatro fases, el tiempo que hayas elegido, luego lo puedes ampliar.

Trabajas la concentración, oxigenas tu sangre, equilibras tu sistema nervioso y tu mente, y te aporta calma. Estos son algunos beneficios de la respiración cuadrada. Así que para y respira porque el cuadrado es el símbolo del equilibrio, cuatro lados iguales.

Ten un buen día y cuida tu energía. Yoga Ganesha

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