[dropcap]C[/dropcap]arretera de Zamora hasta un desvío a la izquierda, a la altura de Calzada de Valdunciel; a partir de ahí, 10 kilómetros más y habrá llegado a su destino: Aldearrodrigo. Sí, se trata de uno de los múltiples municipios de la ‘Salamanca vaciada’, que busca poco a poco reivindicar el mundo rural y la vida en los pueblos. Apenas 150 habitantes están censados en una localidad que no quiere que la losa del paso del tiempo destruya lo que tanto ha costado construir.
Texto y fotos. Chema Díez Juan
Y, para ello, hace falta savia nueva, renovarse o morir, adaptarse a los tiempos… en las últimas elecciones municipales, la corporación de Aldearrodrigo contó, por primera vez en su historia, con dos (jóvenes) mujeres como representantes electas: Alicia del Arco Martínez y Esther Prieto Sánchez.
La primera de ellas (siempre con la colaboración de la segunda y más vecinos del municipio) se lanzó a la aventura (de manera altruista) de posicionar a Aldearrodrigo en las redes sociales, con todo lo que ello conlleva. O lo que es lo mismo, dar vida cada día a uno de las localidades de la provincia con mayor riesgo de pasar a mejor vida. Ser la Community Manager de un pueblo de 150 vecinos no es tarea fácil.
Facebook e Instagram son las dos plataformas utilizadas para dar visibilidad a uno de los pueblos en peligro de extinción. “Lo más importante es que se vea que los pueblos no están muertos, que hay mucha vida en ellos; y, de paso, que la gente se entere de todas las actividades y proyectos que se hacen o se pueden llegar a hacer. La idea surgió cuando comenzó la escuela de verano (julio y agosto), para motivar a los niños para venir aquí. Se pueden hacer cosas con los más pequeños”, explica con rotundidad Alicia del Arco.
Con el paso del tiempo, incluso hasta las personas de otra generación también se han apuntado a las redes sociales. “Lo veo cada día; la gente un poco más mayor sigue mucho la actualidad del pueblo por Facebook, principalmente, y se comunica con vecinos con los que hace mucho tiempo que no hablan al estar fuera del pueblo. Es útil, igual que Instagram para los más jóvenes”, señala la responsable de las redes sociales de Aldearrodrigo.
Unir a personas que, por uno u otro motivo salieron del pueblo y no han vuelto o lo hacen muy poco, es otro de los objetivos. Su interacción a través de las redes sociales genera comunicación: hablar y conocer cómo ‘va la vida’ o evoluciona el pueblo de manera virtual. “Gente que lleva viviendo fuera 15 o 20 años y escribe y dice: ‘Ay, mi pueblo’. Estaría muy bien que la gente viera que puede venir a vivir a un pueblo como éste”.
Entonces, surge la gran pregunta: ¿hay servicios suficientes para poder vivir en el mundo rural? “No estamos incomunicados, hay muchos servicios. Vivir en un pueblo no es sinónimo de no tener civilización, vecinos, amigos… es estar más tranquilo, es una casa más grande y hay transporte, se puede ir a Salamanca. Y, el otro día lo estuve pensando, tenemos servicios de sobra”.
Entre ellos, según la concejala de Aldearrodrigo “tenemos médico tres veces por semana sin esperar cola y si hay algo más grave, se puede ir a Calzada que está a diez kilómetros. Para los niños hay autobús al colegio que los lleva también a Calzada y los trae después de comer. Vivir en un pueblo no es impedimento porque van a tener servicios; y ahora con internet, mucho más. También contamos con el Bibliobús, con el que incluso puedes pedir el libro que quieras y te lo traen”, en un alegato para la defensa del mundo rural.
Su actividad como Community Manager es casi diaria, pero cuenta con colaboración, de lo contrario, sería imposible. “Tengo que agradecer a los vecinos del pueblo que me envían las fotos de todas las actividades que hacen en cualquier momento. Ha pasado con las Águedas o el club deportivo de atletismo de ‘Aldearrodrigo Corre’, que me mandan cualquier cosa que hacen; es muy importante contar con ellos”, explica.
También hay otro tipo de información para los pueblos de la provincia, ya sean aspectos institucionales, deportivos o de otra índole. “Todo lo que pueda servir a los vecinos del pueblo lo publico en las redes sociales, es importante que conozcan las actividades que hay en éstos y otros municipios de la provincia”.
Asimismo, “las redes sociales son un espejo en el que mostrar todo lo que la gente no puede ver en los pueblos, especialmente los más pequeños. Necesitamos ayuda y más gente. Por ejemplo, gracias al tema de Facebook e Instagram hicimos esta Navidad una cabalgata de Reyes, que salió genial, y a la que vino incluso gente de otros pueblos. Fue algo muy bonito y que generó ilusión”.
De manera especial, Alicia del Arco hace hincapié en las actividades para niños, como llamamiento para la gente joven. “Siempre publico este tipo de cosas para motivar que los niños se apunten y se muevan, porque si ellos vienen, significan que también están los padres”.
Durante los meses de otoño e invierno el pueblo cuenta con menos actividad, pero cuando el buen tiempo llega “es una maravilla ver en verano el juego de pelota lleno de bicis y que el pueblo cuente con muchos más niños. Ojalá pudiese pasar todo el año, eso alegra… pero sé que es muy complicado”.
“Tiene que haber gente joven”
Profesora por vocación, esta salmantina de 34 años (de Aldearrodrigo) se resiste a abandonar el lugar en el que más feliz es. “Ahora por cuestiones laborales paso un poco más de tiempo en Salamanca, pero vengo todos los días al pueblo si puedo. Hasta que pude venir a trabajar aquí, estuve dos años en Madrid, uno en Palencia y otro en Tordesillas y venía cada fin de semana al pueblo; si no, es como si me faltase algo”.
Formar parte de una corporación municipal en una localidad tan pequeña, y más siendo mujer (y joven), no es tan habitual, por desgracia en los pueblos más pequeños. “Tiene que haber gente joven porque si viene alguien de fuera, muchas veces no sabemos qué podría pasar; las decisiones que se toman se hacen en conjunto, también con la secretaria”, explica.
En la cabeza de la corporación hay muchas ideas y proyectos que (casi) nunca pueden ver la luz por el mismo problema de siempre: el dinero. “Siempre hemos pensado en tener un centro de día, pero es algo muy costoso y difícil de conseguir”.
¿Por qué vivir en un pueblo?
“Al fin y al cabo es mi casa; es la gran explicación, donde mejor estoy. Los pueblos se quedan sin gente y uno de los problemas es que las casas son privadas y no hay gente con viviendas habitables. Si el ayuntamiento lo intenta hacer es inviable porque supone mucho dinero; por eso pedimos ayuda a las administraciones, porque seguro que potenciaría que la gente llegase a los pueblos”, explica Alicia del Arco.
Aldearrodrigo cuenta con un pabellón que se puede alquilar, “con buenas instalaciones y encima no está masificado. Se hacen actividades como carreras o un duatlón cross en verano y contamos con un pequeño gimnasio en las escuelas que la gente sí usa y está abierto también a gente de otros pueblos, desde la mañana hasta por la noche. Y las fiestas, en mayo y julio, que siempre generan ambiente y movimiento pese al corto presupuesto. Como no, tener un bar es importante porque siempre es un centro de reunión y encuentro, en el que se pueden compartir muchas cosas”.
Por último, al menos de momento, otro de los objetivos es potenciar las rutas de senderismo. “Tengo en mente hacer este tipo de rutas, a pie o en bici, y colgarlas en las redes sociales porque también tenemos paisajes bonitos. Éste es un pueblo que está muy cerca de Salamanca y muy tranquilo; se pueden construir casas porque hay mucho terreno, que la gente no tenga miedo de venir aquí y hay sitio para todos”.
Sitio para todos en una ‘Salamanca vaciada’ que busca poco a poco rellenar los huecos que ha provocado el paso del tiempo y, en muchas ocasiones, la falta de oportunidades o de servicios que se van volando de lugares donde la paz y la naturaleza se unen… algo que no es incompatible con la vida, ¿no?
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2 comentarios en «Alicia del Arco: Una Community Manager en la ‘Salamanca vaciada’»
¡¡¡Un gran empeño, digno y merecedor de los más cálidos aplausos!!! ¡Adelante! ¡Siempre adelante!
que se vea que los pueblos tienen vida. Grande!