El alcalde de León, José Antonio Díez, afirmó este lunes que la manifestación que el domingo reunió a unas 35.000 personas en la ciudad, con amplia presencia y protagonismo leonesista, “le pese a quien le pese y lo quiera leer como lo quiera leer, o lo quiera mirar como lo mire, realmente dejó clara una cosa: que sigue siendo esa lucha que se inició en el año 1984 por la autonomía de esta región”.
Para Diez, “quien no quiera leer esto o no lo quiera ver así, se equivoca claramente”. Es cierto, dijo, que la gente salió a la calle a reivindicar un futuro para la provincia, “el hartazgo de los leoneses hacia esta discriminación y agravio que llevamos sufriendo décadas y que sigue obligando a que los no tengamos oportunidades de futuro en esta tierra, pero nuestro futuro está también directamente ligado a esta reivindicación de autogobierno y de autonomía para nuestra región”.
Por su parte, el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, tildó en Burgos de “muy respetable” la movilización de ayer en León que reclamó un futuro para la provincia con el empleo, las infraestructuras y la reindustrialización como ejes. Al mismo tiempo, subrayó que la Junta de Castilla y León está “presente” en esas mesas de trabajo por su futuro.
Ibáñez, quien inauguró en el Teatro Principal de Burgos los cursos de formación de la Escuela de Administración Pública de Castilla y León (ECLAP), declaró a preguntas de los periodistas que la manifestación celebrada ayer en León bajo el lema ‘Por el futuro de León’, “en ese futuro de León tiene que estar la Junta, las administraciones y los partidos políticos que se han sumado a la iniciativa”.
En este sentido, el consejero precisó que es “muy respetable la masiva movilización de ayer” si bien la Junta de Castilla y León está “presente” en esas mesas de trabajo por el futuro de esta provincia, “igual que está desarrollando muchas actuaciones en el resto de provincias de Castilla y León”, apostilló.
Decenas de miles de personas (unas 35.000 en la capital, 11.000 en Ponferrada y 2.000 en Villablino), según los datos de la Subdelegación del Gobierno que los sindicatos convocantes, UGT y CCOO, elevan a 80.000 secundaron la movilización conjunta que reclamó un futuro para la provincia de León con el empleo, las infraestructuras y la reindustrialización como ejes.
La movilización del 16F precede a la reunión prevista el 3 de marzo para sentar las bases de la denominada Mesa por el futuro de León, que los sindicatos reclaman como una agencia despolitizada, que cuente con una participación transversal de la sociedad para definir proyecto concretos que eviten errores de anteriores planes de ayuda y que sirvan para un despegue económico efectivo de la provincia.
