El gordo de Navidad que dejó 100 millones de euros en Salamanca está más cerca de verse libre de las sombras de fraude que se desataron cuando un empleado de Loterías y Apuestas del Estado metió una bola en el bombo después de que se cayera antes de entrar.
El gesto de este trabajador no pasó inadvertida para los internautas, que comentaron con todo lujo de detalles, de buen y al gusto, la acción de modo que se pidió que se investigara si hubo fraude en el sorteo.
El informe elaborado por el Selae sobre el incidente indica que la bola cayó cuando pasaba de las liras (os alambres donde están) a la tolva transparente en la que están antes de pasarlas al enorme bombo donde están los 100.000 números.
El fiscal considera que no aprecia infracción penal en las «anomalías o incidencias denunciadas» por lo que pide al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional el archivo de la causa. Ahora tiene que decidir si archiva las denuncias presentadas por fraude en el sorteo a la vista de estos informes en los que se indica que incidentes similares ya ocurrieron en otros sorteos precedentes.