[dropcap]H[/dropcap]ace casi medio siglo, Teresa Sarto llegó a Salamanca y la hizo su ciudad, porque aquí llegó para ser docente y no hay nada más gratificante que enseñar a los jóvenes de los lugares donde vives.
Teresa Sarto se hizo un hueco entre los artistas salmantinos y fomentó la creación de proyectos expositivos en Salamanca, como la Sala Winker o la exposición patrocinada por Diputación de Salamanca. O la del Palacio de la Salina, como primera muestra itinerante de “Pintores Contemporáneos Salmantinos” por la provincia.
De esas primeras muestras del arte de Teresa Sarto han pasado décadas, en las que ella se fue formando como una de las grandes artistas nacionales contemporáneas. Dejando su impronta, sus destellos de genialidad en exposiciones en Sevilla, Zamora, Madrid, Ávila, Oviedo y por supuesto, Salamanca.
Ahora, ella no está, pero su legado sí. Legado que se puede ver hasta el 5 de abril en la sala de Exposiciones de La Salina, el mismo recinto que la vio nacer como artista en Salamanca hace casi cuatro décadas, en la muestra: Teresa Sarto. In Memorian, de tu gran alma de artista. Exposición comisionada por Moisés Gómez Grego.