La crisis del coronavirus que afecta al conjunto del país tiene mucha incidencia en Salamanca, más aún después de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya decretado el estado de alarma por un periodo de 15 días.
Texto y fotos: Chema Díez
Con el cierre de centros públicos, colegios, universidades, centros de día… ciudad y provincia charras viven una situación a la que hasta ahora no habían tenido que hacer frente, con tres aspectos en el centro de todo: sanidad, educación y trabajo.
La crisis del coronavirus, de la que los expertos aseguran que todavía no ha llegado a su máximo grado, ha obligado a muchas restricciones sociales, económicas, educativas y sanitarias, que tienen una incidencia negativa, pero necesaria, entre la población.
En el caso de la sanidad, como ha comprobado este medio, los médicos de los centros de salud de Salamanca se han puesto en contacto con algunos de sus pacientes para anular sus citas (en caso de que no sean de gravedad) y evitar así aglomeraciones y posibles contagios masivos de la enfermedad. Incluso para poder recoger documentos como bajas, recetas o similares, se ha optado por dejarlas en ventanilla para que los pacientes no tengan que pasar por la consulta.
Además, los puestos de atención al público también han optado por contar con las medidas de seguridad pertinentes, como es el caso del centro de salud de La Alamedilla (uno de los que cuenta con mayor número de tarjetas), en el que las trabajadoras estaban con una mascarilla y la cristalera cerrada para evitar posibles contagios del coronavirus.
Por otro lado, en lo que se refiere al tema laboral, las instituciones públicas también han tomado cartas en el asunto para evitar las aglomeraciones de personas en los servicios de Empleo (Ecyl), por lo que han optado por la vía telemática para muchos procesos como es el caso de la renovación de la demanda de empleo. Aunque no fuese necesario acudir en condiciones normal al poder realizarse a través de la página web oficial, el Ecyl ha enviado un mensaje a los que reciben algún tipo de prestación para informarles sobre la renovación automática de la prestación “de oficio” sin necesidad de acudir al centro. “Evite desplazamientos a oficinas del Ecyl. Priorice atención telefónica, oficina virtual y APP”.
Y, por último, una de las imágenes más habituales que se ha visto en torno a las 14.00 horas de este 13 de marzo en los colegios de la ciudad, con profesores dando las instrucciones pertinentes a padres y alumnos para poder ejercer su trabajo en casa en las (al menos) dos semanas que las clases se suspenderán por el coronavirus.
Bolsas llenas de libros, apuntes y ejercicios, además de la posibilidad de hacer los tradicionales deberes en los soportes digitales correspondientes habilitados por los colegios a través de la Junta de Castilla y León. “No me gusta nada esto, incluso se me han saltado las lágrimas. Voy a echar mucho de menos a mis alumnos, aunque es lo que hay que hacer”, rezaba una profesora de Primaria del CEIP Francisco de Vitoria. “Romper así el curso no es nada positivo, porque luego vienen los alumnos… pero es necesario y ojalá sea solo por dos semanas para evitar males mayores”, apuntaba otra de Infantil.
Sanidad, educación y trabajo, tres de los puntos neurálgicos de cualquier país, afectados en Salamanca por esta situación completamente extraordinaria.