[dropcap]A[/dropcap]bril arranca bajo cero. Salamanca registrará de mínima ese primer de abril con -4ºC
En las últimas semanas la Península Ibérica ha experimentado una gran variabilidad meteorológica. Se prevé que abril comience de forma parecida.
En los meses de enero y febrero el chorro polar se mostró muy potente, confinando las borrascas en el norte de Europa. Sin embargo, en marzo se ha mostrado bastante más débil y ondulado, posibilitando que las masas de aire frío migren a latitudes más bajas.
Este nuevo escenario permitió que llegara Karine primero, y después un desfile de pequeñas borrascas acompañadas de aire frío en altura. Las depresiones han provocado nevadas en zonas de interior y precipitaciones fuertes en el sureste peninsular en los últimos días.
A lo largo de la semana que viene, un potente anticiclón sobre el Atlántico Norte obligará a que las borrascas de nuevo circulen más al sur de lo habitual, afectando a la Península Ibérica. Así, durante los primeros días del mes las precipitaciones serán abundantes y las temperaturas se mantendrán por debajo de los valores normales de abril.
Abril ligeramente más húmedo de lo habitual
Es posible que, tras el episodio inestable con el que comenzará el mes, se produzca una breve tendencia a la estabilidad. Atendiendo al modelo ECMWF, el Departamento de Meteorología de Meteored anticipa que existe una alta probabilidad de que las precipitaciones vuelvan a ser abundantes a mediados de abril, retirándose al final. A fin de cuentas, el mes podría resultar más húmedo de lo habitual.
En cuanto a las temperaturas, tras la irrupción de aire frío en los primeros días las predicciones muestran una tendencia a la normalidad; es posible que, incluso, los registros acaben por encima de la media en promedio.