[dropcap]Q[/dropcap]ueridos amigos: Hoy es un día terrible, un día más en esta cadena de sufrimientos en esta guerra en que estamos implicados todos. ¡Todos! Hoy he sabido que la muerte se ha enseñoreado de hogares cercanos sumiendo en el mayor dolor a amigos del alma. ¿Puede haber mayor suplicio que el no poder despedirte del amado, de no besarle en la frente, de no cogerle la mano, ni siquiera poder salir de casa a acompañarle? ¡Sólo llorar, llorar, llorar! ¡Apretar los dientes, morder la almohada, golpearla!
Por: Emiliano Jiménez
Pero no hay que desesperarse. No es el fin de la Humanidad. Porque en ella hay personas que están luchando con la muerte, cara a cara. Los que dicen que es su obligación están muy equivocados. ¿Qué creéis? ¿Que no tienen miedo? ¡TIENEN PÁNICO! Y si dejan de luchar lo hacen porque han contraído la enfermedad y temen contaminar a otros.
Sí. ¡Ya lo creo que tienen miedo! Pero lo vencen porque SON VALIENTES, porque saben que sin ellos todo se hundiría. Y no son uno ni dos, son incontables. Cuando esto acabe habría que condecorarles a todos. Y eso que no. No hay nada en el mundo que pueda recompensar su sacrificio, su dedicación, su HUMANIDAD FRENTE A ESTE VIRUS INHUMANO.
¿Cómo puede haber gente que no salga a aplaudir todos los días, a las 8 de la noche? ¡APLAUDID, APLAUDID hasta que se os rompan las manos! ¡DEMOSTRAD QUE SOIS BIEN NACIDOS!
Por eso hoy os digo el siguiente refrán o dicho:
¡Es de bien nacido ser agradecido!
Como sobran las explicaciones, no las hago. Y si os atrevéis enviadme otro refrán o rerrefrán sobre el agradecimiento que debemos a nuestros héroes de la primera línea.
Un abrazo y, hasta mañana, si Dios quiere.
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