[dropcap]Q[/dropcap]ueridos amigos: Hoy haremos un poco de historia sobre un refrán. Alfonso VI de Castilla y León, presionado por su primera esposa, doña Inés, quiso cambiar el código litúrgico del rito mozárabe por el romano. Ante la oposición de muchos, se decidió hacer una especie de «juicio de Dios» entre dos caballeros, defensores cada uno de cada rito. Venció el mozárabe. Una vez conquistada Toledo, y presionado esta vez por su segunda esposa, doña Constanza, volvió a querer imponer el romano mediante la «prueba del fuego». Arrojados sendos misales a la hoguera, ardió el romano, pero no el mozárabe. Pese a ello, poco después, presionado ahora por el papa Gregorio VII, y con la oposición del clero hispano, se hizo obligatorio el ritual romano en todo el reino, salvo en algunas capillas de Toledo, Salamanca y alguna más, en determinadas fechas. Aún se conserva esta tradición excepcional.
Por: Emiliano Jiménez
El refrán en cuestión es:
«Allá van leyes, do quieren reyes»
Ahí está la historia, pero se puede aplicar a cualquier gobernante en cualquier tiempo y lugar, aplicando aquello de que «aquí el que manda, manda».
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Hoy sólo tenemos una aportación al Refranero de la Cuarentena.
«Se necesitan dos años para aprender a hablar, y más de sesenta para aprender a callar«. Nos lo envía Luciano de Dios, y yo añadiría que en estos momentos parece que se necesitarían más de ochenta.
1 comentario en «Dimes y diretes (XXXIV) de cuarentena. Allá van leyes…»
Allá van bueyes donde quieren leyes