Dicen que el ser humano tiene gran capacidad de adaptación a las circunstancias, a superar situaciones traumáticas; resiliencia se llama. Muchas semanas confinados y un futuro incierto para poder hacer una vida social como la de antes, han llevado a muchos salmantinos a adaptarse a las circunstancias y darse cuenta que lo que antes no querían, ahora lo desean.
Texto y foto: Chema Díez Juan
Sí, y como el paso de las horas entre las cuatro paredes de nuestra casa a veces se hace demasiado monótono, son muchos los que echan de menos una terraza, un chalé, una casa en el pueblo… o un simple balcón al que poder salir de vez en cuando para recordar cómo huele el aire y a qué sabe el sol…
Pues bien, por este motivo, la pregunta y demanda de áticos con terraza, bajos con jardín y terrenos rústicos construidos donde disfrutar de la naturaleza sin salir de casa se han convertido en protagonistas en la inmobiliarias.
“Sí hemos notado una cosa; la gente nos llama cada vez más para interesarse por una nueva vivienda que sea un ático o un bajo con jardín, así como la demanda de refugios rústicos con una parcela para que puedan disfrutar del aire libre o la naturaleza sin salir de su parcela. No se busca tanto un chalé y sí este tipo de viviendas como consecuencia del confinamiento”.
Así lo asegura Felisa Redondo, propietaria de la inmobiliaria Urbis en Salamanca, quien señala que los hábitos y la manera de ver la vida han cambiado con motivo de la Covid-19 y el hecho de tener que estar en casa.
Sin lugar a dudas, las inmobiliarias son uno de los sectores que también se ha visto muy perjudicado por la crisis mundial actual, por varios motivos: sí pueden seguir trabajando, impulsando sus plataformas on-line, atendiendo a clientes, preparando nuevas ofertas… pero no facturan absolutamente nada, porque especialmente antes de comprar, el futuro inquilino o propietario quiere ver la vivienda ‘in situ’ y eso ahora es imposible.
“La primera semana se paralizó todo, ahora el único movimiento que tenemos es el hecho de poder hacer las tasaciones de algunas propiedades que tenemos antes de esta crisis, pero no se ha firmado absolutamente nada; facturación cero. NO se pueden hacer visitas con los clientes para ver los inmuebles y viviendas y así es imposible poder generar movimiento económico. Mi negocio es nada”, explica Redondo.
Su modo de trabajar, como el de miles de españoles en la actualidad es el teletrabajo. “Podemos hacer cosas, claro; colgamos nuevos vídeos en las plataformas, actualizamos, emplazas a la gente a hablar o verse cuando esto acabe, pero lo fundamental que es facturar, nada de nada; hay un parón muy grande. Nadie quiere comprar o alquilar nada sin verlo, como es lógico”.
A esto hay que sumarle que desde que se alquila o compra una vivienda, el periodo medio de recibir algún ingreso son 30-60 días. “Nuestro negocio es así; yo puedo hacer una reserva, pero hasta que llegue a facturar pasan 30-60 días. Nosotros llevamos parados desde el 15 de marzo, a lo que hay que sumar abril y mayo, más uno o dos en los que no consigo generar dinero. Es decir, cuatro meses sin facturar nada; es muy complicado aguantar así”, asevera Felisa Redondo.
Alquileres para los MIR
Otro punto que también afecta al volumen de negocio de Urbis en Salamanca es la incertidumbre sobre lo que pasará con los MIR que proceden del extranjero, Sudamérica principalmente, y de otras zonas de España, que están en Salamanca 8 meses, y que ahora no se sabe si podrán recibir aquí su formación.
“Cada año contactamos con gente de fuera de España por el tema de esta formación de los MIR que se hace en Salamanca durante 8 meses y ya contábamos con muchas reservas de pisos para ese periodo de tiempo. Pero no sabemos si van a poder empezar y si esas reservas de piso serán reales o se anularán”.
Al hilo de esta situación, otros años, según Felisa Redondo, los Cursos Internacionales que se celebran en verano en Salamanca suponen volumen de negocio para ellos. “Es algo que también está en el aire, y que vemos complicado que se pueda llevar a cabo; una piedra más en el camino”.
Precios de compra estable, alquileres a la baja
Por otro lado, uno de los apartados que se verá afectado también por la crisis de la Covid-19 es el nivel de precio de alquiler o compra.
Según analiza Felisa Redondo, “actualmente y desde hace varias semanas no hemos notado ninguna variación llamativa de precio, ni ha caído en picado. En lo que se refiere a la venta, depende de la necesidad de la gente porque entiendo que es algo puntual. Los propietarios que necesitaban vender vana seguir igual después de esta crisis y creo que la vivienda para compra tiene unos precios reales que no van a bajar mucho más. No hay comparación con los años 2007 o 2008, ahora no hay burbuja ni los precios están inflados. Creo que se ajustan bastante a la realidad del mercado y por eso no van a bajar”.
Algo parecido ocurre con la obra nueva; “es imposible bajar los precios porque ahora está todo mucho más ajustado y no creo que haya mucho más movimiento, porque si no, nadie se dedicaría a comprar suelo para construir”.
Otro caso diferente es el alquiler de viviendas. “En este caso, los precios sí que pueden bajar un poco más, precisamente por esta situación. Si hay el problema de los MIR, de los cursos internacionales, de los estudiantes y todo está parado, es cierto que habrá más pisos sin alquilar y la oferta superará a la demanda, y ahí sí se puede notar una variación, no sé a qué nivel”, añade la propietaria de Urbis.
“Nosotros, por ejemplo, hemos tenido un caso de un trabajador que tenía que venir sí o sí a Salamanca por esta crisis y no hemos podido enseñarle el piso. Le mandamos fotos y vídeos, pero no verlo ‘in situ’. Cuando hay gente que tiene esta necesidad se puede hacer así, pero no es lo normal. No vas a alquilar una vivienda por un tiempo prolongado sin verla, y mucho menos comprar, explica.
2 comentarios en «Áticos, bajos con jardín o fincas rústicas: en auge por el confinamiento»
Y yo también quiero uno… bueno, prefiero hacer vida normal
La re alidad es la si guiente,
Se avecina una cri sis bastante grande.
No se que pretende is vender si la gente no va a tener ni para co mer. El me rca do inmobilia río se va a parar si o si, y los precios tendrán que bajar.