Es auxiliar de geriatría y tenía su currículum en una plataforma de empleo. La llaman de una residencia de la capital y comienza a trabajar el 27 de marzo en una residencia de mayores. En estas semanas ha visto de cerca la muerte y ha trabajado con residentes que eran positivos y otros presentaban síntomas. La han despedido el 24 de abril, cuando ya se ha estabilizado todo, «por no superar el periodo de prueba, así se ahorran dinero»
Durante los primeros días de su trabajo en la residencia, tuvo que luchar con equipos de protección individual (EPIs) que no reunían las condiciones para luchar contra la pandemia, pero esto se subsanó y a la siguiente semana de entrar ya disponían de monos, mascarillas, guantes, gafas,… para protegerse.
Durante esas semanas su trabajo fue muy valorado por sus superiores. “Entré de apoyo en la residencia, había 18 personas de baja y entramos cinco auxiliares, otras personas de limpieza y varias que estaban a media jornada”.
El volumen de trabajo ha descendido, porque de 120 residentes han pasado a ser 70. “Desde que comencé a trabajar hasta este sábado 25, han muerto 31 personas y a otras 19 personas se las han llevado sus familiares al haber dado negativo”, explica la auxiliar de geriatría.
Entre los aspectos que más le han alertado del peligro que estaban corriendo, sin que a veces fueran conscientes, porque ha sido un volumen de trabajo muy alto, está el que los técnicos de ambulancia no querían entrar, «nos dejaban la camilla en la puerta y nosotros los teníamos que colocar y sacar a la entrada”, apunta. Pero no podía imaginar lo que le esperaba a ella tras pasar en el geriátrico las semanas más duras de la crisis sanitaria.
Llegas el día 24 de abril y te dan la carta de despido. ¿Cómo te has sentido tratada después de haber estado en el pico de la pandemia?
Me he sentido fatal. Adoro mi trabajo. Me llamaron y vi que era muy necesario que me incorporara a trabajar, sabiendo que tengo dos hijos y un marido, pero creía que debía estar ahí. Estas personas te necesitan, pero cuando te echan de esta manera, sin avisarte,… Por la tarde, cuando he ido a trabajar, me han dicho que no he superado el periodo de prueba, así nos tienen que pagar menos. Sé lo que he hecho y lo que he aportado. Te sientes utilizado. Es indignante.
¿Cómo fueron los primeros días?
Muy duros. Fallecían cuatro residentes cada día. Cuando ibas a trabajar, ibas pensando: ‘vamos a dar todo lo que podamos para que baje esa cifra’. Hemos pasado de esa cifra a que en las últimas dos semanas no ha muerto nadie. Es gratificante ver que les hemos dado todo, hemos estado con ellos hasta el último día, no se han muerto solos, como pasa en el hospital.
La auxiliar de geriatría cree que es «importantísimo» que se realicen las pruebas. Cuenta que a la residencia llegaban 15 pruebas, «no te da para todos los abuelos que tenían síntomas, por lo que tienes que poner a los residentes en habitaciones sin poder aislarlos, solo porque son sospechosos de tener coronavirus, pero no le habían hecho las pruebas», concluye.
2 comentarios en «Cara a cara con la pandemia»
Así se lo agradecen…Que hubiese ido a trabajar el dueño de la residencia, a no que no aparece
No vamos a meter a todas las residencias en el mismo saco, pero algunas, los dueños????, en casita no vaya a ser que les peguen algo, eso sí las auxiliares, gerocultoras al pie del cañón y cuando les has solventado la papeleta patadita y a la calle, que vergüenza, pero nadie va a hacer nada con todas estas residencias privadas que sólo piensan en embolsarse dinerito a cuenta de quien sea?……