Los profesionales sanitarios de Salamanca están entre los que más se han contagiado por la Covid-19 en su puesto de trabajo, según se desprende de la comparativa de incidencia entre la población general de Castilla y León y la población de Sacyl. La tasa de contagio es 9 veces mayor en el personal sanitario que en el resto de la población.
Salamanca presenta una incidencia entre profesionales del 7,78% mientras que para la población general se sitúa en el 0,81%, lo que supone una probabilidad de contagio entre los profesionales 9,61 veces mayor.
“Parece que algo falla cuando los profesionales del Sacyl en Salamanca, disponen o deben disponer de equipos de protección. La escasez de EPIs es un factor determinante, pero los datos no sólo se pueden atribuir a la falta de EPIS inicial”, según indica CCOO.
Este sindicato cree que hay “graves errores en la aplicación de los principios básicos de la acción preventiva. Nos consta que no se están valorando adecuadamente los escenarios de riesgo, por lo que no se garantiza la adopción de medidas que técnicamente debieran establecerse. Al contrario, se están utilizando los escenarios de riesgo como compartimentos estancos, como un sistema de clasificación cerrada, que determina a priori las medidas a adoptar. En ningún caso este procedimiento debe convertirse en una herramienta sustitutiva del verdadero trabajo técnico exigible a Sacyl”, explica.
Considera que los servicios de prevención de riesgos laborales de Sacyl “ya resultaban insuficientes antes de declararse la pandemia. Cumplían con las ratios mínimas exigidos por la normativa para cubrir expediente, por lo que la crisis los sobrepasó”, afirma. Esto supuso que la formación para los trabajadores en relación al Covid-19 no fuera la adecuada. “Solventaron la situación con cursos rápidos, colectivos y algunos colectivos ni siquiera tuvieron acceso a ella”, denuncia.
Añade que algunos mandos intermedios, los responsables directos de la aplicación de los protocolos, “en más ocasiones de las deseadas y según nos reportan los propios trabajadores, no realizan una gestión y organización óptimas en materia de prevención de riesgos laborales. Falta de formación, desconocimiento de procedimientos, dolo o simplemente inobservancia”, asegura.
Tampoco considera incomprensible que, según las recomendaciones de Scayl de uso de EPIs, “en las zonas de tránsito no se requiere equipo de protección”, obviando que resulta muy difícil mantener las distancias de seguridad en los hospitales y centros de salud; salas pequeñas, pasillos, ascensores, zonas comunes, vestuarios…
“Desde CCOO hemos comunicado todas y cada una de las incidencias que hemos constatado, en una actitud responsable y colaboradora. Pero lejos de aceptar la colaboración y cumplir con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, lo único que hemos conseguido es el silencio y en algún caso, la actitud prepotente de esta administración. Nos han obligado a acudir a la Denuncia pública y a la Inspección de Trabajo”, explica.
Los profesionales más afectados en Salamanca son, por este orden, enfermeras, médicos y TCAEs, aunque debe tenerse en cuenta que los datos de casos positivos proceden de los facilitados por la Junta en su web, en las que únicamente figuran los casos con prueba realizada y positiva, no contabilizándose aquellos casos sospechosos a los que no se ha realizado test alguno.