[dropcap]M[/dropcap]antener el suministro de alimentos a la sociedad en tiempos de coronavirus es otro de los grandes esfuerzos que soportan miles de trabajadores en todo el país, también en Salamanca.
Garantizar que las estanterías de su supermercado contengan los productos básicos o los más demandados por los ciudadanos a veces no es tarea fácil, como tampoco lo es el hecho de tener que enfrentarse cada día al riesgo de contagiarse con la Covid-19 por su exposición a la gente y al día a día, aunque sea con la protección exigida.
Antonio López Vaquero, propietario del Unide Market de la avenida de Campoamor en la capital charra es uno de ellos; junto a sus ocho trabajadores, llevan al pie del cañón, incrementando esfuerzos y superando momentos difíciles, desde hace dos meses. No solo en el supermercado, también con el reparto a domicilio (que realizan a través de los pedidos que llegan al 923 25 38 20) en ciudad y alfoz y, encima, en tiempo récord: medio día, 24 o 48 horas si los pedidos se agolpan, algo ‘rara avis’ dada su eficacia. Es solo un ejemplo de los ‘otros héroes’ del confinamiento.
“Heredé el negocio de mi padre, que llevaba 34 años abierto en la misma ubicación, la avenida de Campoamor. Él tenía, junto a otros socios, los antiguos ‘Duende’, pero luego cada uno fue por su parte y él cogió Unide Market. Tenía otro también en la calle Colombia, pero cuando lo dejó, yo solo me quedé con éste, es bastante ya”. Así explica Antonio López Vaquero cómo empezó todo hace varios años, cuando ni siquiera podía llegar a imaginar el hecho de poder vivir una situación extraordinaria como ésta. ¿Acaso alguien la esperaba?
“Tenía ya las vacaciones de los trabajadores planificadas antes de que pasara todo esto. Pero, en consenso con ellos, se aplazaron y ellos lo entendieron a la perfección. Entonces, comencé a instalar todas las medidas de seguridad que siguen ahora y que nos acompañarán aún bastante tiempo”, explica el propietario de Unide Market.
Así, reforzar la zona de cajas con mamparas, hacer obligatorio el uso de guantes, mascarilla y geles para los empleados se convirtió en una rutina diaria. “Adquirí todo este material sanitario de sobra para los trabajadores; lo que no puedo es ponerlos a la venta para los clientes por miedo a quedarme sin algo que necesitamos. La protección es total con la distancia de seguridad también entre los usuarios. En la entrada tengo guantes de un uso y gel para los clientes con el fin de extremar todas las precauciones”, asegura López Vaquero.
Asimismo, una vez llegó el confinamiento, decidió reducir el horario de apertura del supermercado y adelantar el cierre. “Desde la segunda semana de la Covid-19, abrimos de 09.30 a 15.00 horas y de 17.15 a 20.00 horas. Así me da tiempo a desinfectar el recinto con un producto especial en las zonas en las que se puede usar, claro, no encima de los alimentos. Los carros y las cestas también se desinfectan a diario. Y cada día mido la temperatura de mis empleados al entrar con un termómetro láser que lo marca al instante”, explica.
Pero, ¿cómo se comporta la gente ante esta situación excepcional? “Es cierto que hay menos afluencia, como es lógico, y no tengo estipulado un mínimo dentro del establecimiento. Pero es algo que controlo a cada momento, y si veo mucha gente en la caja o en algunas de las zonas del supermercado, no dejo entrar a nadie más hasta que se normalice. Es cierto que al principio, especialmente a la gente más mayor, le costó entender y tuve que explicárselo… pero ahora con toda la información que hay en los medios y el miedo existente, hay más respeto por la situación. Pero el riesgo está ahí siempre aunque tomes todas las medidas, está claro”.
Pedidos ‘express’
Uno de los puntos fuertes de Unide Market que ya existía antes de la Covid-19, pero que ahora ha reforzado y que mantendrá tras esta situación, es el servicio de pedidos a domicilio que realiza a través del teléfono 923 25 38 20 o por whatsapp para la gente que así lo demande. Y lo hace, como máximo, en un plazo de dos días (los menos), cuando no es solo uno o incluso medio… ¿el secreto?
“La verdad es que la gente es agradecida y cuando llevamos los pedidos nos lo dicen y es algo que valoramos. El servicio estaba antes, ahora lo hemos reforzado, y seguirá después de esta crisis. Especialmente entusiasta se muestra la gente con alguna enfermedad o patología que no puede salir a la calle”, recuerda Antonio López.
Todo el mundo se enteró por el “boca a boca y eso significa que algo estamos haciendo bien. Es gracias al equipo de trabajo (con su gratificación correspondiente) que tengo, muy bueno, ya que gestionamos entre 25 y 30 pedidos diarios en la ciudad de Salamanca y el alfoz o zonas aledañas. A la gente del barrio, de siempre, la servimos en cuanto podemos, siempre han confiado en nosotros. Y al resto también, tratamos de ser ágiles y dar buen trato a todos”. El pedido mínimo para la ciudad es de 50 euros y para el resto 80, eso sí, sin ningún cobro añadido por llevarlo a casa.
Ante esta situación, López Vaquero destaca que su facturación en relación a los meses de marzo y abril de 2019 ha subido un “25% más o menos, pero siendo sincero, no lo disfrutas. No es como en Navidad o alguna época del año con más ventas. Esta situación no es agradable para nadie”, reflexiona.
Antes de la Covid-19, Antonio López entregaba los pedidos a sus clientes de mayor edad en la cocina, para evitar que cargasen peso; pero ahora, con esta crisis, “los dejamos en el felpudo de cada uno y animamos a la gente a que desinfecte todos y cada uno de los productos con lejía disuelta con agua, incluso las frutas y verduras”.
Los productos ‘estrella’
El punto más curioso y anecdótico de esta situación se refiere a la tendencia en el consumo de algunos productos, en concreto desde que se inició el confinamiento. “Al principio, y sin explicación alguna, el consumo de papel higiénico se disparó, aún no he llegado a comprenderlo”, recuerda con una sonrisa.
El papel higiénico dio paso a la levadura y la harina, “algo más lógico porque la gente, al estar en casa, tiene más tiempo para hacer postres o cocinar. También notamos, poco a poco, un gran incremento en la venta de cervezas y ‘snacks’ porque a todos nos gusta seguir tomando el aperitivo pese a no poder ir a un bar. Y, ahora, se mantiene muy alta la venta de lejía y desinfectantes o Amukina, por motivos obvios. Pero salvo con alguna clase de harina o alguna especialidad de levadura en concreto, no hemos tenido problemas de abastecimiento”, explica Antonio López.
Por último, apela a la responsabilidad social para evitar la propagación del virus. “Es cierto que ya la gente tiene mucho respeto a esta situación y en una ciudad pequeña como ésta, hay que tener cuidado a la hora de salir a la calle. No sé hasta cuando durará esto, pero creo que cuando todo mejore un poco (ojalá sea pronto) las ventas bajarán porque si la gente puede irse a su segunda residencia lo hará. Y en Salamanca hay mucha gente con casa en el pueblo. Ojalá no haya un repunte como dice todo el mundo, pero…”.
Estos profesionales, que nos abastecen y ayudan a que la gente no salga de su domicilio, también son ‘héroes’, los otros ‘héroes’ del confinamiento.
3 comentarios en «Antonio López Vaquero: otro ‘héroe’ del confinamiento»
Un ejemplo! Gracias
a ver si nos damos cuenta de que hay que comprar en el COMERCIO DE BARRIO!! a lo mejor de ésta aprendemos….
Vosotros si sois héroes, Gracias a los pequeños comercios de barrio.