Durante tres semanas, Aramendi entretuvo a los españoles en su nueva vida gracias al programa de TVE ‘Todos en casa’. “Fue muy complicado y muy bonito a la vez. Recuerdo que todo fue muy rápido y hubo que contar todo con mucha premura. Me llamaron un viernes y el martes íbamos a estar ya en antena. El equipo me envió todo lo necesario para hacer el programa: los focos, las luces, los móviles… fueron días de trabajo para hablar con los técnicos para que todo saliese bien. Fue complejo a nivel técnico, pero un experimento maravilloso del que disfrutamos mucho”, explica el periodista vasco.
Hacer un programa en casa tiene sus ventajas e inconvenientes, es algo diferente, pero que tiene algo especial. “Mi mujer, María, lleva trabajando en la televisión desde mucho antes que yo y conoce este mundo más, fue de gran ayuda. Está claro que no podemos encerrar a los niños de 3 y 7 años en una habitación y como en casa también somos un equipo, todos nos echamos un cable en ese sentido, con mucha disposición. Los niños aparecían o no… también fue curioso y diferente para ellos”.
Pero, como siempre pasa en la vida, todo tiene un final y éste llegó tras los primeros tres programas firmados de antemano. “En un principio firmamos hacer tres programas y luego ver si seguíamos o no. A veces, la televisión es así y no llegas a cumplir el objetivo que se ha planteado y se demanda consumir otra cosa. Está claro que después de tres semanas de confinamiento, los gustos de la gente también cambian y no se consumen las mismas cosas; creo que por ahí fueron los tiros. Nos dieron las gracias por el trabajo realizado y muy orgullosos por lo que presentamos; para mí la respuesta de la gente fue muy buena porque recibí muchos mensajes personales y profesionales. Hay gente a la que le dio mucha pena, pero también es cierto que pudimos descansar”, resume Ion.
Precisamente este confinamiento derivado de la Covid-19, ¿cambiará nuestra manera de hacer las cosas? “Veo que hay gente que dice que vamos a cambiar y que después de esto vamos a ver la vida de otra manera… aunque tengo claro que a la gente se le olvida todo rápido. Ahora consumimos más TV, pero luego, poco a poco, todo volverá a la normalidad, con la misma oferta, programas de entretenimiento. Fíjate, por ejemplo, ‘Sálvame’ tiene ahora las mejores audiencias, hace un gran directo y es entretenido. Nosotros, cuando todo esto pase, regresaremos con ‘El Cazador’, en TVE”, reflexiona Aramendi.
No hay que olvidar, que la primera experiencia televisiva de este periodista ‘medio salmantino’ fue en ‘Sálvame’, programa del que guarda un recuerdo imborrable. “Me aportó una escuela de periodismo maravillosa. Me dieron la oportunidad de participar en el programa y es lo mejor que me ha pasado. Aprendí todo lo que conlleva un programa como éste desde abajo, estar en la calle, chupar horas de guardia, hacer vídeos, aprender a hacer entrevistas, directos… un poco de todo. Sigue siendo un programa mágico porque la gente que trabaja allí es muy brillante. Es un ‘programazo’ y creo que es un sello que todavía me acompaña”, resume orgulloso Aramendi.
Tras su exitosa etapa en ‘Sálvame’, Ion volvió a su tierra natal –San Sebastián- para llevar las riendas de un magazine, -¡Qué me estás contando!- que le llenó personal y profesionalmente, antes de recalar en TVE. “Tras ‘Sálvame’, me fui a la televisión vasca para conducir un programa magazine y aprender en un plató, algo diferente, pero que también me encantó. Ahora es todo un honor y un orgullo estar en TVE, donde me han tratado muy bien y llevar a cabo un concurso. Desde muy pequeño siempre me gustaron; recuerdo el ‘Un, dos, tres’, ‘Si lo sé no vengo’ o ‘El precio justo’; me encantaban. Para mí esa una pasada hacerlo y se nota que me lo paso bien; que dure…”, reconoce.
“Mi familia está en Salamanca”
Para este polifacético periodista, su etapa en Salamanca le marcó, y mucho, ya que fue donde llevó a cabo sus estudios de periodismo, jugó al baloncesto y disfrutó de la noche como cualquier otro joven.
“Conservo muchos amigos y recuerdos de mi etapa en Salamanca. Estudié en la Ponti e hice muchos amigos también jugando al baloncesto en equipos como el antiguo Maderas Peralta del CB Tormes, con gente estupenda. También pude disfrutar con nocturnidad y alevosía de la noche salmantina y formar parte de la familia del mítico bar ‘Callejón’ de la Gran Vía y lo pasamos muy bien; tengo un magnífico recuerdo y sigo muy ligado a la ciudad. De hecho, mi mujer María es salmantina y mis padres y dos de mis hermanos viven en Salamanca. Somos medio charros”, explica con nostalgia y satisfacción.
En la ciudad del Tormes Ion pudo disfrutar de una de sus pasiones, el baloncesto, que aunque en menor medida, sigue desde la distancia. “Es cierto que a nivel de baloncesto perdí un poco más la pista, porque hace mucho de mi época allí, pero se que sigue siendo importante. Me llevo muy bien con Richi Iglesias, al que sigo llamando míster porque nos entrenó entonces. También con Óscar Núñez, mi compañero en ese momento y ahora el responsable del club; creo que lo está haciendo muy bien porque no es fácil tener a un equipo en ligas importantes o mantener el club. También es para estar orgulloso de lo que está haciendo Avenida con el baloncesto femenino; las chicas siguen siendo un referente”, confiesa.
Sus inicios periodísticos fueron en el periódico La Gaceta, donde “guardo grandes recuerdos y amigos, que aunque nos veamos poco, mantenemos el contacto. También sigo otros medios por afinidad con gente con la que trabajé entonces”.
Por ello, cada vez que puede, se escapa junto a su familia a Salamanca. “Estamos muy bien en San Sebastián y si solemos ir a algún sitio es allí. Es cierto que trabajando mi mujer y yo es más complicado moverse los fines de semana, pero siempre que podemos vamos. Nos encanta”.
No en vano, el confinamiento ha frenado la libertad de movimientos, el hecho de poder viajar y ver a familiares y amigos. “Se echa de menos un montón el hecho de tener la libertad para hacer este tipo de cosas, peor creo que en general estamos concienciados y hemos asumido la situación. En casa estamos felices los cuatro, con ganas de que vuelva la normalidad poco a poco. Hay que seguir lo que dicen los expertos, tener paciencia y esperar que pase el tiempo”, reconoce Aramendi.
La vuelta a la normalidad “va a ser complicada, está claro, pero si seguimos así, poco a poco y de cara a verano igual se puede abrir la mano un poco más. Creo que se intentará normalizar todo un poco más, aunque algunos sectores como el turismo lo van a tener más complicado. Y Salamanca vive mucho de eso y del sector servicios, y de momento no será fácil la vuelta a la normalidad en ese apartado. El mensaje que mando es que hay que mirar hacia delante y solucionar los problemas que vayan surgiendo”.
Por último, entre los sectores que más vive en crisis está el periodismo. “Auguro malos tiempos para todo el mundo, también para el periodismo, aunque nunca ha vivido una época boyante. En la anterior crisis ya se notaba, y mucho: sueldos más bajos, menos trabajadores… y ahora seguro que habrá gente que se aproveche de la situación. Pero creo que ahora, pese a las dificultades, no es momento para que las empresas no inviertan en publicidad. Me gusta este sector y los expertos dicen que no se puede dejar de invertir en algo tan importante como eso, especialmente las grandes empresas, otra cosas son las pymes. Creo que irá poco a poco, y habrá que darle otra vuelta de tuerca”, augura el comunicador.