[dropcap]J[/dropcap]ulio Gómez e Iban Martín están al frente de la librería Víctor Jara y cuentan cómo se han preparado para la vuelta, aunque ellos nunca se fueron, porque llevaban a sus lectores los libros a sus casas
Los responsables de la librería Víctor Jara son muy sinceros cuando preguntamos qué necesitan: “Personas que entren en la librería, que encarguen libros, que pasen a recogerlos… “.
Los podemos ojear, respirar…
No. Los clientes comprenden que no pueden ver los libros. Son muy respetuosos. Eso sí, cuando vienen a recoger su libro, les damos unos guantes, lo miran, por si acaso no es el que buscaban.
Los compradores de libros que se acercan hasta Víctor Jara, o bien han pedido el libro a través de la web y recogen el volumen, o se han pasado por la librería y lo han adquirido, como se ha hecho hasta ahora, cuando no vivíamos en esta trama de ciencia ficción, en la que llevamos siendo protagonistas desde hace dos meses.
Julio, ¿este tiempo de confinamiento ha sido tiempo de libros?
Creo que sí. Durante estos meses, los clientes nos han pedido libros, se los hemos hecho llegar o se los hemos llevado nosotros mismos a sus casas. Nos han comentado más de una vez que se les había acabado la lectura.
¿Qué libros son las ‘estrellas’ del confinamiento? Ha sido una lectura intimista, de autoayuda, de aventura, más ensayo, más novela…
Lo que más hemos vendido es novela. No tenemos ninguna que destaque. Ensayo, muy poquito…
Teníamos el ensayo en casa…
Efectivamente. Tampoco se ha vendido mucho los libros de autoayuda.
La autoayuda vendrá después…
(Risas) Puede ser. Cuando ya se normalice todo. En lo que sí ha habido un aumento es en la literatura infantil y juvenil.
Haciendo cantera de lectores…
Es el momento. Para los niños y adolescentes en casa ha sido una forma de entretenerte y pasar el rato. Los que les gusta leer han pedido muchos libros.
¿Tenéis pensados hacer encuentros con escritores a través de vídeo llamadas?
De momento no. Quizá, lo pensemos cuando esté todo abierto.
Antes de abrir sus puertas, la librería Víctor Jara desinfectó el local. Ahora, tiene acotado el mostrador con una mampara, Julio e Iban van equipados con mascarilla o mascara protectora y con guantes. A los clientes les piden que llevan mascarilla y guantes, si no los llevan, se los proporcionan. Tienen gel hidro-alcohólico. Todos los días proceden a la limpieza y desinfección de la librería por la mañana y por la tarde. Además de que cada vez que entra un cliente se limpia donde haya estado y tocado.
Los lectores pueden acudir a la librería bien con cita previa o si se acercan hasta allí y hay un cliente en el interior, se espera turno. Piden el pago con tarjeta, pero si van con efectivo, no hay ningún problema.