La consejera de Sanidad, Verónica Casado, informó este miércoles de que trasladará al Ministerio de Sanidad la propuesta de Castilla y León para que nuevas zonas básicas de salud puedan pasar a la fase 1 al entender que este paso en estos territorios, que se darán a conocer este jueves, podrían dar el salto “de forma segura, flexible y progresiva”. Así lo indicó Casado durante su comparecencia telemática diaria para informar de la incidencia de la pandemia del covid-19 en la Comunidad, en la que reiteró que la Junta de Castilla y León sigue abogando por el criterio de “prudencia” para avanzar en la recuperación de la normalidad.
Casado insistió en que la propuesta para que nuevas zonas de la Comunidad puedan seguir recuperando la normalidad se hará en aquellos lugares en los que la posibilidad de transmisión comunitaria es “muy baja” y donde, incluso si se diera algún caso nuevo, sería posible llevar a cabo una vigilancia epidemiológica “estricta” que permitiera frenar el avance de la enfermedad.
Aunque no quiso avanzar cuántas zonas se propondrán ni dónde se encuentran hasta que se traslade la información al Ministerio, Casado reconoció tener la sensación de que “vamos bien” porque se avanza “zona a zona” y eso permitirá “declarar más” en los próximos días. También defendió la propuesta de la Junta de avanzar por zonas básicas de salud y no por territorios provinciales completos. “Si tuviéramos que esperar una desescalada total de la provincia, tardaríamos mucho más”, declaró Casado, quien, sin embargo aseveró que los criterios, que son iguales para todas las zonas, incluidas las capitales “no son tan difíciles de cumplir” en las grandes ciudades.
Durante su comparecencia, Casado se refirió a los criterios para dar el salto a la fase 1, que han sido definidos por el grupo de desescalada, formado por expertos y que está encabezado por el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Los criterios seguidos para la selección de las nuevas zonas son que la incidencia acumulada de casos confirmados por PCR positiva sea igual o menor de tres casos por cada 10.000 habitantes en los últimos 14 días, y de uno o menos en la última semana; y que el número de PCR realizadas en la zona entre el número de casos sospechosos sea de más de dos PCR por caso.
Casado explicó que el número de menos de tres casos por cada 10.000 habitantes se ha establecido “en base a la información nacional en la que se están basando muchas provincias” con niveles superiores de entre tres y cuatro casos. La consejera insistió en que desde la Junta se ha estimado que es “prudente” considerar el número por debajo de tres casos por cada 10.000 habitantes en los últimos 14 días y además haya una tendencia a la disminución.
Junto a estos tres criterios, se requiere que se den otros condicionantes para afrontar el avance hacia la normalidad, como la presencia de al menos un profesional por cada 5.000 habitantes para llevar a cabo la vigilancia epidemiológica, seguimiento de casos y detección de contactos; que se disponga de los protocolos de realización y formación en los centros de salud sobre las actuaciones que se deben realizar en los registros de casos y rastreo de contactos; el protocolo y plan para asegurar el manejo de residencias de personas mayores: la suficiencia de equipos de protección; información sobre la inclusión en la desescalada recibida por los coordinadores de los centros; y capacidad suficiente de camas hospitalarias y camas UCI, según determina el Ministerio.
Una vez que hoy se traslade la propuesta al Ministerio, Casado informó de que mañana se tendrá una reunión bilateral con el Gobierno para hacer frente a las posibles dudas sobre la propuesta realizada, de la que se informará en el día de mañana tras la reunión del Consejo de Gobierno.
Ante las insistentes preguntas para conocer los plazos sobre el paso a la siguiente fase, en especial de las capitales de provincia, Casado apeló a la cautela y se refirió a un caso localizado en Corea e Sur, que en apenas unas horas generó 80 contagios y llevó a rastrear hasta a 3.000 contactos. “Veo con agrado el mapa y empiezan a aparecer zonas básicas de salud dentro de las capitales sin casos, pero no podemos aislar solo a una zona”, puntualizó.
Sin querer hace “premoniciones”, Casado explicó que el covid es una pandemia desconocida de la que no se sabe cómo se comporta y ante la que hay que tener “mucha cautela”, sobre todo en las ciudades, donde la movilidad es mayor y, por ende, también la posibilidad de contagio.
Equilibrio económico
Ante la preocupación de los territorios por la situación económica, lo que está generando mayores prisas en algunas zonas para pasar de crisis para intentar minimizar los daños económicos, Casado apeló a buscar “un equilibrio” para que la enfermedad “no ponga en riesgo la economía”. Sin embargo, insistió en que si se avanza “de forma precipitada y prematura” luego se podría avanzar “mucho más lentos” que si se desescala “de forma tranquila y pausada”, lo que permitirá “correr más y revitalizar los sectores”.
En esta línea, Casado reiteró que un repunte sería “terrible” porque actualmente el número de muertos es el mismo que alrededor del 20 de marzo, cuando se iniciaba la fase de alarma con “un despegue terrible”. Actualmente la situación “se mantiene” pero “no termina de bajar”, por lo que recalcó que un repunte generaría “mucha enfermedad” y eso “nunca es bueno para la economía”, sentenció.