La Gerencia regional de Salud (Sacyl) prevé cerrar los centros de salud de Castilla y León las tardes de los meses de julio y agosto y así facilitar que el personal, tanto sanitario como administrativo, concentre sus vacaciones en estas fechas.
Además, las gerencias de Atención Primaria han solicitado, según la información recabada por la Agencia Ical, que los trabajadores de Atención Primaria gasten 15 de los 22 días laborales de sus vacaciones del año 2020 entre finales de junio y octubre, ambos inclusive, ante la posibilidad de un rebrote de los contagios por la pandemia del Covid-19. De esta manera, no se permitirá, salvo contadas excepciones, reservar días para las Navidades, como hacían hasta ahora muchos trabajadores de la sanidad pública, por lo que solo podrán utilizar algunos días libres o de libre disposición, aunque todo estará supeditado a la evolución de la pandemia.
La idea de la Consejería de Sanidad es disponer de los recursos humanos y materiales suficientes para dar una adecuada y rápida respuesta asistencial ante nuevas olas epidémicas que muchos expertos prevén para el último trimestre del año. Las vacaciones de los profesionales de los centros de salud durante el verano se cubrirán con la contratación de sustitutos pero también con el refuerzo de los residentes, después de que se haya optado por su «fidelización».
No en vano, la Consejería de Sanidad ha ofrecido contratos de tres años a los residentes que concluyan en mayo su cuarto o quinto año de formación. En concreto, serán contratos de dos años, más uno prorrogable. «Queremos que se queden a trabajar con nosotros», precisó hace unos días Verónica Casado, en especial en el caso de las especialidades más deficitarias. Además, la voluntad de Sacyl es que, una vez que la situación vuelva a la normalidad, es retomar la convocatoria de las ofertas públicas de empleo.
La consejera Verónica Casado ha aprovechado la mayor parte de las ruedas de prensa para informar de la situación del Covid-19 en la Comunidad para destacar el papel fundamental que ha tenido y tendrá la Atención Primaria en la crisis sanitaria del coronavirus, al contar con la capacidad para la detección, control y vigilancia de los positivos y sus contactos. De hecho, recordó que este ámbito sanitario se ha encargado estos dos meses de la “contención” de los casos leves y evitar una saturación de los hospitales, que debían tratar a los pacientes más graves.
Frente a las precipitaciones de algunas comunidades autónomas, la Junta siempre ha apostado por avanzar “despacio” y “seguros” en la desescalada. En este sentido, los centros de salud que avancen en la desescalada establecerán, como lo han hecho los hospitales, dos circuitos diferenciados Covid y No-Covid; extremarán como la población las medidas de prevención, basadas en el distanciamiento y la desinfección, y mantendrán las consultas telefónicas, como filtro para decidir entre el paciente y el facultativo cuándo y cómo debe ser atendido de forma presencial. En concreto, Casado aseguró que la atención presencial y la normalidad en los centros de salud se irá recuperando “lentamente”, mientras el coronavirus “siga entre nosotros”.
Los consultorios locales no podrá reabrir sus instalaciones de momento debido a las dificultades que tienen para establecer circuitos diferenciados para los pacientes con coronavirus y otras enfermedades.