Quizá solo con el paso del tiempo podamos llegar a conocer la intensidad de la crisis por la que atraviesa el mundo, con España como uno de los actores principales. Miles de vidas y familias rotas se han quedado por el camino, y todos los que se han visto sorprendidos por el virus y lo han derrotado, pueden considerarse unos privilegiados. Pero no, por desgracia, no todo queda ahí…
El brutal impacto económico de la crisis derivada de la Covid-19 va a hacer que muchas familias pasen por unas dificultades nunca vistas, que el poderío de España se vea debilitado en gran medida y que muchos negocios se vean obligados a bajar la ‘persiana’ para siempre. Y si hablamos de Salamanca, quizá la situación se agrava aún más por su escaso desarrollo, su inexistente industria y su dependencia del turismo y tradición de ‘tapeo y alterne’. El sector primario, por su parte, sigue padeciendo la misma crisis de siempre, cuando es una parte muy importante en el PIB provincial y regional.
Pero todas estas reflexiones no son inventadas, vacías de contenido o aprovechadas en un momento crítico como éste, ni mucho menos. Los datos, esos jueces que hacen ver la realidad tal y como es, nunca engañan y son el mejor ejemplo para medir la economía de un territorio. En el caso de la provincia de Salamanca, el impacto del coronavirus en este aspecto ha sido aterrador, incrementando la lista del paro en 3.562 personas más entre marzo y abril, o lo que es lo mismo: 60 trabajadores perdieron su empleo al día en estos dos meses… y sin estar contabilizados los ERTEs.
Así, los 3.562 desempleados nuevos entre marzo y abril elevan la cifra total en la provincia de Salamanca hasta los 26.222 parados, la más alta desde al año 2017 y en número similares a los de la crisis económica que se inició en 2008, y que en 2009 ya había dejado en abril a 27.750 personas sin trabajo.
El mes de marzo de 2020 fue menos virulento que abril en destrucción de puestos de trabajo, al ejecutarse el estado de alarma a mediados de mes, dejando aun así 927 nuevos parados, mientras que el cuarto mes del año ha sido devastador al incrementar esa cifra hasta las 2.635 personas. Además, el incremento de parados en Salamanca entre los meses de marzo y abril de 2020 ha sido el más elevado de la historia desde que se conocen datos del Ministerio de Empleo (+2.635), ya que el máximo dato anterior data del año 2008, con el inicio de la crisis económico, pero con ‘solo’ 426 desempleados más.
Por tanto, las cifras sanitarias y económicas derivadas del coronavirus siguen destruyendo vidas y trabajos, hasta el punto de haber cercenado casi 60 empleos diarios en solo dos meses en la provincia de Salamanca.
