La consejera de Sanidad, Verónica Casado, defendió este jueves que “de ninguna manera” la Junta de Castilla y León ha dejado abandonados a los ancianos enfermos en las residencias. Según confirmó, 3.200 ancianos procedentes de residencias han sido ingresados hasta el momento en los hospitales de la Comunidad. “Se ha hecho lo que se tenía que hacer y como se tenía que hacer, y volvería a hacer lo mismo una y mil veces”, señaló aludiendo a la creación de los COVID-residencias, con profesionales sanitarios que atendían a quienes por la evolución de su enfermedad no precisaban el traslado al hospital, facilitándoles los debidos antibióticos, medicamentos o balas de oxígeno.
Sobre la filtración a la prensa del documento interno ‘Medidas generales para contener el impacto de la crisis del COVID-19 en las residencias de carácter social’, dejó caer que su publicación parcial en algunos medios ha podido ser “capciosa”, ya que “una lectura extensa de todo su contenido deja muy claro qué es lo que se quiere hacer”.
En ese sentido, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, tomó la palabra para tachar de “inaceptables” las insinuaciones de abandono de los mayores, y afirmó que “publicar un documento extractado con una foto cuando tienes el documento entero dice mucho de la intención de quien lo hace y es inadmisible”. “En la información es importante el conocimiento de la totalidad de la situación, que evitaría que alguien se pudiera hacer una idea muy equivocada de cual ha sido nuestra actitud con los mayores”, defendió.
En ese sentido, explicó que “en Castilla y León podemos haber pecado de cualquier otra cosa, pero no de no tener siempre presente cómo disminuir el número de víctimas”. “Esa ha sido nuestra única obsesión diaria. Nos hemos enfrentado a una situación, con 170.000 castellanos y leoneses infectados según las tasas de prevalencia, con 5.000 plazas para hospitalización y 166 camas de cuidados intensivos cuando se desató todo. Triplicamos las camas UCI, llevamos el hospital a las residencias y nuestras tasas de letalidad son de las más bajas para quienes han tenido una tasa de infección tan alta como nosotros, gracias a las decisiones tomadas y sobre todo al excelente trabajo de nuestros profesionales”, defendió.
Igea recalcó que sólo ha visto cuestionar la actuación de la Junta en las residencias al representante de Vox en el parlamento y a una periodista, y recalcó que las decisiones las han adoptado profesionales de la sanidad como la propia consejera o la gerencia regional. “Es difícil de entender que a las 8 se aplauda a los sanitarios y horas después se produzca algo tan vergonzoso como esto”, comentó. En ese sentido, Casado afirmó que las acusaciones están “muy lejos de la realidad” y consideró que “cuestionan nuestra capacidad de organizar las cosas, la credibilidad y el alto valor que ha tenido cada profesional que ha trabajado en las residencias”.
“Cuando sacas a un mayor con fiebre de su entorno habitual y le descontexualizas lo primero que hace es desorientarse, y queríamos que si su nivel de salud les permitía seguir en la residencia con el mismo tratamiento que iban a tener en el hospital, debían permanecer allí, pero como recoge el documento si precisaban cuidados continuados de mediana o alta intensidad se derivarían al hospital. De hecho, el protocolo contempla cómo reincorporar a quien haya ido al hospital, que no podía regresar a la residencia hasta contar con una PCR negativa, motivo por el cual se habilitaron lo que desde el Ministerio denominan las ‘arcas de Noe´’. Se puso en marcha toda una estructura para dar la mejor y más adecuada atención a nuestros residentes”, defendió.
Cuestionada sobre las recientes declaraciones del presidente de la Asociación de Residencias de Castilla y León, Diego Juez, que ha afirmado que “las residencias están para cuidar y los hospitales para curar”, la consejera señaló estar “totalmente de acuerdo”, si bien precisó que “el cuidado también implica cierta parte sanitaria, no solo social”. “Cuidar a una persona no es solo llevarle la bandeja, sino también asistirle y protegerle. La palabra cuidar es clave y tiene un altísimo significado socionasanitario en esta epidemia. Hemos tenido que ayudar en esa función de cuidar, pero cuidar es una parte fundamental tanto en el sistema sanitario y como en el sistema residencial”, concluyó.