[dropcap]P[/dropcap]odría decir que esta carta va dirigida al señor Mañueco, presidente de CYL, antiguo alcalde de Salamanca y ex-mano derecha del señor Herrera; sobran las presentaciones. No es de modo alguno así pues por lo que a mi respecta este señor no comparte ni un ápice de idealismo conmigo.
Da por su fachada la apariencia de arribista y de ser firme defensor del “laisse-faire” ya que desde el consistorio salmantino no hizo nada. Bueno quizá sí, supuestamente ser muy amigo de sus amigos.
Los que perduramos en esta tierra y no queremos verla como paramo vivimos con el dolor fantasma de ver arrebatado cualquier esfuerzo de prosperar; pues al tocar ustedes, lo llevan convirtiendo en mera supervivencia 40 años. 40 años de castigo a esta tierra y proclamando buena gestión, puro esperpento.
Adelantaba algo de la telaraña que tienen aquí tejida en mi anterior carta sobre el olvido, una telaraña que se extiende desde las altas esferas y que no me cabe duda de que recorre toda la espina dorsal de los tres poderes. Pues como bastión de ese partido nacional, la retirada en momentos agónicos o de exposición se realiza siempre hacia el mismo bunker, hacia la tierra silenciada durante años a base de ayuditas para ir tirando y si no, como aquí nos conocemos todos, se impone silencio.
Así que esta carta no va para usted señor Mañueco, va para los otros; sean valientes y digan la verdad. Devuelvan el honor a la región, dejen ya de mancillarla y saquen toda la verdad. Es hora de investigar bien, en profundo y con consecuencias.
1 comentario en «No es una carta a Mañueco»
Venga que entren los socialistas en el gobierno de la Junta que son muy listos hasta el punto de que cada vez que entran en un gobierno da lo mismo de que administración sea arruinan esa administracion, muy bien por Luis Miguel Moreno López, en vez de dejar entrever tanta sospecha y acusación velada debería de ir al juzgado y poner una denuncia y así dejar de echar mierda sobre nadie, de esa forma sabríamos a que atenernos y saber el recorrido que tienen estas seudoacusaciones.