El presidente del PPCyL y de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, afirmó este viernes que tiene “en su cabeza y en su corazón” a las 3.700 personas que fallecidas por COVID-19 en Castilla y León porque “no son estadísticas” y defendió la gestión de su Gobierno en las residencias de mayores, con 4.100 trasladados para ser atendidos en hospitales, así como que su Ejecutivo «ha ido un paso por delante» del central en la toma de algunas decisiones.
Durante la clausura de la Junta Directiva Autonómica, Fernández Mañueco proclamó que la salud de las personas ha sido “la prioridad” y ha guiado las decisiones tomadas por su Gobierno tanto en el ámbito sanitario, como residencial, social y económico. “Se ha respondido con gestión, con iniciativa y liderazgo”. “Nos hemos dejado las pestañas”. “Y a nivel personal he mantenido la entereza”, aseguró ante los miembros de su partido.
Para avalar la gestión de su Gobierno en el ámbito de las residencias, recordó que se han monitorizado a 1.200, que tienen la información actualizada de todas las personas y que siempre se ha atendido a los residentes enfermos conforme al criterio médico. “Hemos actuado pensando en la salud, y lo volveríamos a hacer una y mil veces”, aseveró.
Entre los datos que aportó, se refirió al 70 por ciento de residencias sin contagios de covid, a las 4.100 personas mayores atendidas en los hospitales y a que en el primer mes entre marzo y abril, con el pico de la pandemia, hubo un 25 por ciento de derivaciones a los complejos hospitalarios. “Esto rebate a quienes quieren utilizar la tragedia de las personas para atacar a la Junta de Castilla y León con demagogia y con falsedades”. “Nuestro compromiso con la vida, con las personas mayores es irrenunciable”, sostuvo.
Cuando “parece que se sale del túnel” y que esta “pesadilla tiene su fin”, pidió mantener la cautela para superar esta “crisis sin precedentes para la que nadie estaba preparado”, defendió que su Ejecutivo “ha ido un paso por delante” en la toma de decisiones, como en la compra de material, y pidió, ante “los tiempos duros” que van a llegar, “moderación, concordia y pacto”.
Así, reclamó a los cargos de su partido que sean “el altavoz” en defensa de las medidas adoptadas por el Gobierno de la Comunidad y exigió que es el “momento de la responsabilidad y de estar todos a la altura” por las personas que peor lo están pasando, ya sea porque han estado enfermos, porque han sufrido la pérdida de familiares o porque se han quedado sin empleo.
En el repaso de su gestión, de la que ha dado cuenta en las Cortes, señaló también el paquete de 450 millones para el tejido industrial, que “no será el último”, con aplazamiento de impuestos, inyección de liquidez a empresas y autónomos y ayudas para ERTE y personas que han perdido su empleo.
Respecto de la relación con el Gobierno de España, defendió que son leales, aunque hayan levantado la “voz” ante el “injusto” reparto del Fondo Extraordinario no reembolsable o la gestión del Ingreso Mínimo Vital solo para dos comunidades, cuando Castilla y León tiene experiencia y conocimiento con la renta garantizada de ciudadanía, a la vez que pidió al Ejecutivo de Sánchez “confianza y certidumbre” para afrontar la recuperación.