La Lonja de Salamanca regresó de manera presencial más de tres meses después, y lo hizo con las ya conocidas medidas de seguridad tales como la distancia social, el uso de mascarillas y la no presencia de público. Además, se guardó un minuto de silencio por todas las víctimas de la crisis del coronavirus.
Ante esta situación, uno de los puntos más esperados era el de la fijación del precio de arranque de la cebada en esta nueva campaña de cereales, que quedó cerrado finalmente en 143 euros por tonelada, muy por debajo del marcado en los últimos años y sin acuerdo entre agricultores y compradores.
Los primeros demandaron un precio medio de 150 euros, mientras que los almacenistas solicitaron 136; así, fue el presidente de la mesa el que optó por iniciar la cotización. 143 euros.
Asimismo, la mesa de cereales optó por fijar el precio de la avena a 138 euros por tonelada, mientras que el del maíz subió hasta los 172 y el de la paja quedó establecido en 34 euros por tonelada el paquete grande.
Por último, los vocales de la Lonja también establecieron el precio inicial de la colza, con 308 euros por tonelada, insuficiente para los agricultores.
Como ven, tres y meses y medio después, la Lonja sigue (casi) igual.
Chema Díez – Periodista