La ciudad estaba en alerta por vientos de 80 kilómetros por hora y sus efectos se hicieron sentir entre las 14 y las 18 horas, cuando los bomberos del parque municipal tuvieron que realizar una decena de intervenciones debido a caídas de tejas, desprendimientos de fachadas, rotura de ramas y antenas arrancadas en los tejados.
El viento levantó el tejado del aparcamiento del Hospital Clínico y se desplomó sobre los vehículos.Lo peor fue cuando una ráfaga de aire se metió en el parking del Hospital Clínico. Eran las 15.53 horas cuando el viento aranco y dobló 90 metros cuadrados de tejadillo del aparcamiento del complejo hospitalario que se desplomaron parcialmente sobre los vehículos que estaban estacionados en ese momento en el parking, sin causar heridos.
Agentes de la Policía Local y bomberos se personaron en las instalaciones para delimitar el perímetro y proceder a la retirada del tejado y restablecer el orden en la zona.
En María Auxiliadora se produjo un desprendimiento de tela asfáltica en la fachada del número 87. En la calle Zamora hubo desprendimientos en los balcones del número 62, y a las dos y media de la tarde se partió la rama de un árbol en la Plaza de la Fuente y cayó sobre un kiosko.
Veinte minutos después el viento arrancaba varias placas de la techumbre del lavadero de coches de una gasolinera, y desde allílos bmberos tuvieron que salir disparados hacia la avenida Robert Schuman donde había riesgo de caída de las ventanas desde un cuarto piso.
Luego llegó lo del Clínico y, estando aún en el complejo sanitario, se produjo otra incidencia, esta vez en la calle Cervantes, donde voló la caperuza de una chimenea. Casi simultáneamente el viento arrancaba una antena en la calle Profesor Sánchez Fraile. Por último, hubo una caída de tejas en Torres Villarroel y se produjo el desprendimiento del alero de un tejado en la calle Isabeles. Eran las seis de la tarde cuando el viento pasaba de largo dejando un reguero de sustos y desperfectos en la ciudad.
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