La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha desestimado el recurso de apelación presentado por los dos acusados de la manipulación de varios cajeros en sucursales bancarias, tanto de Valladolid como de Salamanca en las que extrajeron dinero de cuentas de clientes cuyos datos habían obtenido de forma ilegítima, y ha confirmado la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial de Valladolid, según informaron fuentes del Alto Tribunal de la Comunidad.
Según la sentencia, los ahora condenados, ambos mayores de edad y sin antecedentes penales, instalaron, en febrero de 2017, un dispositivo de captación de bandas magnéticas y códigos PIN de tarjetas bancarias en un cajero automático de una sucursal en la avenida de Juan Carlos I de Medina de Rioseca (Valladolid), lo que les permitió obtener los datos de determinadas tarjetas, una forma de actuación que copiaron en otras tarjetas para conseguir un beneficio patrimonial, y con las que efectuaron operaciones no autorizadas ni conocidas por los titulares.
En los días sucesivos, ambos varones llevaron a cabo varios reintegros de cuantías económicas pequeñas, de entre 50 y 500 euros en diferentes entidades bancarias de la provincia de Valladolid y Salamanca, pero también en Madrid y en la provincia de Toledo, no siempre con éxito.
Ello supuso un perjuicio para el Banco Popular de 2.350 euros y para el Banco de Santander de 800 euros. Por su parte, ninguno de los titulares reclamó indemnización alguna al haber sido resarcidos por la entidad bancaria correspondiente.
Uno de los procesados ha sido condenado a un año y nueves de prisión y el otro, a cinco años de cárcel, en ambos casos por estafa y falsificación de tarjetas de crédito.
