La Diócesis de Salamanca anunció este miércoles, 22 de julio, la creación de un fondo social, dotado con 500.000 euros, que se destinará «íntegramente» a apoyar a las familias más afectadas de la provincia por la crisis del coronavirus COVID-19, y que será gestionado por Cáritas Diocesana de Salamanca.
ICAL / Se trata así de «una manifestación del orden de prioridades en el uso de los bienes económicos de la Diócesis», tal y como explicó el obispo de Salamanca, Carlos López, quien afirmó que afrontan «de forma consciente y decidida la previsión de una situación económica negativa al final del año 2020» para la Diócesis, pero que ahora es «más importante y urgente que la inversión en obras, siempre necesarias, de restauración de iglesias o centros de trabajo temporal se dedique a los hermanos en grave necesidad», informó Cáritas Diocesana de Salamanca.
Ya el pasado 1 de mayo, la Diócesis de Salamanca hizo pública su intención de «promover una red de protección social, a través de Cáritas, con una aportación significativa de fondos diocesanos», a la que podrán sumarse «libremente» otras instituciones y personas, y que pretende «atender las necesidades de quienes han perdido su empleo, su salario o subsidios», de manera que «nadie quede en desamparo y exclusión social».
El fondo social será gestionado por Cáritas Diocesana de Salamanca, que desde el inicio del estado de alarma como consecuencia del coronavirus COVID-19 y hasta el pasado 15 de julio, atendió a 1.507 familias, realizando con ellas 7.154 intervenciones, a las que destinó un importe de 629.054 euros, un 121 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior.
No obstante, y como explican desde Cáritas, «la paralización de una parte importante de la economía ha provocado una rápida destrucción de empleo y, por consiguiente, un incremento del paro», que en el caso de Salamanca se sitúa en 26.053 personas a principios del mes de julio, más los 20.600 trabajadores que están afectados por ERTE.
«Esto nos exige estar más cerca, si cabe, para sostener, motivar y mantener la esperanza de poder avanzar hacia un horizonte de vida mejor y, fundamentalmente, reconstruir el sentido de las vidas de muchas familias a las que acompañamos desde Cáritas», concluyó la directora de la institución en Salamanca, Carmen Calzada.