El estado de conservación de las carreteras de Castilla y León es deficiente, siendo necesaria una inversión de 1.270 millones de euros, la mayor de todo el país. Así lo concluye el informe ‘Las carreteras españolas a examen’ desarrollado por la Asociación Española de la Carretera con datos de 2019. Para elaborar dicho estudio se han auditado tres millones de metros cuadrados de pavimento y 3.000 señales verticales, entre otros elementos de la Red del Estado y la Red Autonómica y Foral
Concretamente, los resultados arrojan que en Castilla y León se necesitan invertir 75.196 euros por kilómetro de carretera. Lo que más preocupa es la situación del firme, cuyo estado califican como “deficiente” ya que obtiene 123 puntos sobre 400 posibles. Por ello, estiman que es necesario dedicar a este capítulo 1.194 millones de euros, mientras que para mejorar la señalización la cuantía se sitúa en 76,4 millones de euros.
Y es que, si bien es cierto que la pavimentación es lo que más influye en el bienestar de quienes circulan por las carreteras tampoco favorece su seguridad una señalización deficiente y hay que destacar que la señalización vertical de las vías de la región no alcanza el aprobado y la horizontal lo hace con tan sólo un 5,4 sobre diez. También suspenden las barreras de seguridad, mientras que los elementos de balizamiento obtienen un 6,4, igualando la media nacional.
Desde la asociación se muestran preocupados además por la tendencia, ya que la situación de las carreteras en la autonomía es incluso peor que hace dos años, cuando realizaron el último informe. Si en 2017 el estado del firme obtenía 132 puntos, en 2019 obtuvieron nueve puntos menos, situándose además por debajo de la media nacional. También ha empeorado la calificación de la señalización horizontal y de las barreras de seguridad.
Por todo ello, la Asociación Española de la Carretera concluye que la red viaria de Castilla y León presenta una situación que está “por debajo de la media nacional”, aunque insisten en que “no es alarmante”.
Sin embargo, reclaman a las instituciones que se comprometan a poner solución a este problema ya que creen que podría perderse una gran parte del patrimonio viario. Y es que entienden que si no se toman medidas ahora, la inversión en unos años deberá ser aún mayor y temen que la situación económica que afrontará el país derivada del coronavirus pueda fomentar que se agraven los recortes. Además, insisten en que la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de tener una buena red de carreteras para garantizar el suministro de alimentación o medicamentos.
