Los huertos de Salas Bajas ya han dado su primera cosecha y no es precisamente de tomates y calabacines. En los últimos días se han llenado de plantas de estramonio, la especie que produce la escopolamina o burundanga, una droga que causa efectos psicotrópicos y anula la voluntad, que se utiliza desde hace algunos años para sedar a las víctimas para robarlas o violarlas.
Se trata de una de las sustancias utilizadas por los delincuentes para cometer robos realizados por el denominado método del «Beso del Sueño», consistente en suministrar una droga sedante, como las benzodiacepinas, el ácido gammahidrobutrico (GHB), burundanga, ketamina,… Estos fármacos se caracterizan por inhibir la voluntad y producir efectos como la pérdida de la capacidad de pensar o de resistirse. En algunos casos puede producir la muerte por un exceso en su administración.
Ese es el caso de la escopolamina o burundanga que genera el estramonio, la especie de plantas que han crecido descontroladamente en la tierra que se ha utilizado para construir los huertos urbanos de Salas Bajas.
Ante este descubrimiento, agentes de la Policía Local y Nacional de Salamanca acudieron el viernes pasado a recoger muestras de las plantas para analizarlas y constatar que se trata de estramonio, como todo parece indicar, según indicaron las fuentes consultadas.
Esta planta crece con facilidad en España y América Latina, especialmente en zonas cálidas eutrofizadas como las orillas de ríos, establos, estercoleros, escombreras y vertederos de basuras. Es capaz de adaptarse a todo tipo de suelos, pero se desarrolla de manera más vigorosa en los suelos húmedos con nitratos abundantes. Y al parecer, la tierra de la ribera del Tormes en ese punto es un lugar idóneo.
La tierra de los huertos urbanos de Salas Bajas es la capa de tierra vegetal que se retiró de ese espacio cuando se niveló el terreno antes de hacer la obras, lo cual significa que esa planta ya estaba ahí desde hace tiempo y sus semillas se han ido desperdigando por la zona.
Todavía queda un montón de esa tierra vegetal por distribuir entre los huertos que están por construir y también le ha salido estramonio.
La planta ha brotado, incluso en algunos huertos ya acabados, como primera cosecha del suelo en el nuevo uso que se le va a dar. A este paso, igual hay codazos para hacerse con los huertos.
De todas las partes de este vegetal, las semillas son las más tóxicas, ya que más de 30 pueden constituir una dosis letal. Contiene los alcaloides: hiosciamina, escopolamina y atropina.
La escopolamina es una droga altamente tóxica y debe ser usada en dosis minúsculas; por ejemplo, en la profilaxis de la cinetosis (mareos vehiculares), se usan dosis trasdérmicas que no superan los 330 µg cada día. Una sobredosis por escopolamina puede causar delirio, y otras psicosis, parálisis, estupor y la muerte.
Muy pequeñas cantidades bastan para inducir una intoxicación grave o mortal. Los primeros síntomas aparecen enseguida después de la ingestión (10-20 minutos en caso de infusión): sequedad de la boca, trastornos visuales, debilidad muscular. Después aparecen trastornos de comportamiento y una especie de desorientación espacio-temporal. El individuo puede estar agitado, atáxico, a veces convulsivo y agresivo, su lenguaje suele ser incoherente.
El individuo está ligeramente congestionado, su cara y cuello enrojecidos, su piel caliente y seca.
Las alucinaciones visuales, auditivas o táctiles son casi constantes. A veces se evoluciona hacia la somnolencia y un coma interrumpido por fases de agitación.
El regreso a la normalidad es de uno a dos días, pero, cuando las dosis son altas los episodios de alucinación pueden durar cuatro días y las capacidades amnésicas quedar alteradas durante una semana.
3 comentarios en «Los huertos de Salas Bajas se llenan de burundanga»
SERA PARA QUE NOS ACORDEMOS DE CUANDO SE INICIO LA CONSTRUCCIÓN DEL HOSPITAL
Justo 8 años. Y somos la ciudad que peor pagan a sus sanitarios.
Señor Alcalde invierta ahí su superávit.
Pues ya se sabe cual es el cultivo mas apropiado al lugar. Asi es que a producir y a exportar, a ver si de una vez Salamanca crea riqueza de verdad