Muchos son los motivos por lo que la provincia de Salamanca merece ser visitada y uno de ellos es que en ella se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de la península.
España es un maravilloso país rebosante de atractivos para todos los gustos. Grandiosas ciudades repletas de impresionantes museos y galerías de arte, teatros, monumentos llenos de historia, lugares mágicos, paisajes evocadores, una rica y variada cultura gastronómica y un sinfín de opciones, entre las cuales se encuentran los denominados pueblos con encanto. Son esos lugares que, a pesar del paso de los años, han conservado su esencia y a través de los cuales se puede descubrir parte de la historia española.
Hoy les mostramos los que consideramos son los cinco pueblos salmantinos más bonitos y les contamos qué rincones pueden descubrir si deciden tomarse un respiro y pasar unos días en alguno de ellos. Un viaje que, sin duda, no les dejara indiferente.
Ciudad Rodrigo
Con una población de 12.344 habitantes, Ciudad Rodrigo es una auténtica joya que bien merece ser visitada. Esta ciudad señorial se encuentra muy cerca de la frontera con Portugal, hecho por el cual fue considerada un lugar estratégico durante muchos siglos. Sus calles y plazas rebosan belleza y arte, es por esto que fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1944 gracias a su rico patrimonio entre el que se encuentran sus murallas, la Catedral de Santa María, sus palacios, como el Palacio de la Marquesa de Cartago o el Palacio de Velasco, y sus iglesias. Asimismo, también posee los títulos de Ciudad Antigua, Noble y Leal, cuyo casco histórico es considerado además bien de interés cultural.
Un momento idóneo para que la visita todavía resulte más interesante es durante las fiestas de ‘La charrada’. Se celebran cada Sábado Santo y es una fantástica oportunidad para conocer mejor la cultura y las tradiciones del lugar a través de su música y sus trajes regionales.
La Alberca
Con tan solo 1.128 habitantes, este pequeño municipio fue el primer pueblo español considerado Conjunto Histórico- Artístico en el año 1940. Sus calles laberínticas e intrincadas llevan al viajero hacia rincones que desprenden pura historia de las culturas islámica, cristiana y judaica. Asimismo, La Alberca es uno de los municipios que se encuentran dentro del Parque Natural de las Batuecas- Sierra de Francia, lugar de una belleza extrema en el cual destaca, como bien indica su nombre, el Valle de las Batuecas.
Este impresionante valle invita al visitante a perderse en su maravilloso paisaje repleto de contrastes. Un lugar mágico en el que desconectar de la rutina diaria y poder disfrutar incluso de una buena lectura acomodándose en cualquier rincón del bosque mediterráneo. No importa demasiado si es un libro de autoayuda como ‘Cartas para Claudia’ de Jorge Bucay, una novela histórica como ‘Yo, Julia’ de Santiago Posteguillo o ‘El libro de los Tells’ de Mike Caro, lectura más que interesante para aquellos que disfruten leyendo libros sobre estrategia mental como póker y que quieran trabajar su lenguaje corporal.
Mogarraz
En pleno corazón de la Sierra de Francia encontramos Mogarraz, una pequeña villa de apenas 300 habitantes declarada Bien de Interés Cultural. En sus calles el viajero encontrará arquitectura tradicional de estilo serrano, un paisaje urbanístico con una gran influencia árabe y judía. Asimismo, entre su amplia vegetación se pueden observar bosques de robles y castaños que contrastan con plantaciones de olivos, viñedos y cerezos, dada la doble influencia del clima atlántico y mediterráneo del lugar.
Candelario
Declarado por la Unesco como Reserva de la Biosfera, este municipio presume de una arquitectura que muestra claramente una adaptación al relieve y a las condiciones climatológicas del lugar. Destacan las típicas‘batipuertas’ en las casas. Estas medio puertas servían, según algunos ancianos del lugar, para proteger la casa de las condiciones atmosféricas, aunque otros lugareños aseguran que se utilizaban para evitar que entrara ganado en la vivienda mientras esta se aireaba.
Pasear por sus calles puede ser cansado debido a la falta de horizontalidad de sus calles, estrechas y empedradas, que siguen el sentido de la pendiente. Sin embargo, este es uno de los aspectos que mayor encanto le confiere al lugar. Asimismo, es interesante observar como las calles van acompañadas de ‘regaderas’, unos pequeños canales que transportan agua procedente de los manantiales y del deshielo de la Sierra, la cual es utilizada para regar las huertas.
Miranda del Castañar
Igual que sus pueblos vecinos, anteriormente mencionados, este municipio de apenas 400 habitantes también fue declarado Conjunto Histórico –Artístico en el año 1973. Su impresionante castillo fue reconstruido en el s. XIV y actualmente es uno de los mejor conservados de la provincia. Además, conserva su muralla intacta junto a sus cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales. Otro dato interesante es que aquí se encuentra la plaza de toros cuadrada más antigua de España.
Sin duda alguna, Salamanca esconde en su interior auténticas joyas dignas de descubrir en todos los aspectos posibles. Lugares con encanto y un sinfín de paisajes, actividades y tradiciones que nos llenarán de un trocito maravilloso de nuestro país.
1 comentario en «Los cinco pueblos más bonitos de Salamanca»
En este y otros artículos cuyo origen está en la capital se ignora a Béjar. Cuándo se hizo la actual división de España en provincias, Béjar quiso pertenecer a Ávila y me preguntaba por qué.