El alcalde de Pereña de la Ribera, Luis Rodríguez Herrero, se ha convertido en protagonista desde que se inició la pandemia por su sentido común, su llamamiento a la responsabilidad y su respeto, que no miedo, a la Covid-19.
Y lo ha vuelto a demostrar, una vez más, con una carta abierta a todos los vecinos y visitantes que visitan el pueblo en estos días y los que lo han hecho todo el verano. ¿El motivo? El aumento de casos de coronavirus que hay en la provincia, con un mensaje claro a los jóvenes: “Tu irresponsabilidad en la calle puede terminar con tus padres o abuelos en el hospital, en la UVI o en el cementerio”.
Ésta es la carta completa que se ha hecho viral:
“Ahora nos toca a los ciudadanos ser responsables. Seguimos viviendo momentos de gran responsabilidad, quizá el momento en el que la responsabilidad individual cobra especial importancia para atajar y limitar los efectos de la pandemia que nos ha tocado vivir.
Hace 24 horas, la Zona Básica de Salud de Vitigudino a la que pertenece Pereña, entró en fase naranja por el número de PCR positivas aparecidas en los últimos 7 días; hoy mismo, ha entrado en esa fase la Zona Básica de Salud de Aldeadávila. Estamos a un paso de que se declare la transmisión comunitaria y volvamos a los peores momentos de los meses de marzo y abril.
Esta circunstancia lejos de asustarnos, sí debe servir para algo, para que extrememos individual y colectivamente el cumplimiento estricto de las medidas que las autoridades sanitarias han establecido: limitar la movilidad, mantener siempre la distancia de seguridad de 2 metros, uso obligatorio de la mascarilla, lavado frecuente de manos y reuniones siempre en número inferior a 10 persona.
Estas semanas, nuestro pueblo está más vivo que nunca por la cantidad de vecinos e hijos y descendientes de Pereña que nos acompañan y que estamos encantados de tener entre nosotros. Para que esta situación no se convierta en un riesgo para todos, los que estamos siempre y los que ahora nos visitan debemos ser más responsables que nunca.
Se puede estar en las terrazas, pero cuesta muy poco mantener la distancia aconsejada y menos mantener la mascarilla puesta; se puede estar en el bar, pero si se supera el aforo indicado por seguridad propia y por la seguridad de los demás es mejor no entrar y exigir que se cumpla el aforo. Se puede caminar, pasear, ir en bicicleta, recorrer todos y cada uno de los rincones de nuestro pueblo y de nuestro campo, sentarse al fresco, estar en el juego, hablar, compartir nuestra alegría por el reencuentro. Se puede hacer todo esto.
Podemos hacerlo, pero debemos hacerlo con sensatez, sentido común y responsabilidad. Por nosotros mismos y por las personas que queremos. Y, dirijo este escrito, especialmente a los jóvenes; la enfermedad nos está enseñando que la gravedad de la misma tiene relación con la edad y que son menos los muertos en las franjas de menos edad, pero también nos está enseñando que son los jóvenes en este momento el principal vehículo de transmisión.
Si tienes entre 15 y 40 años y te contagias por no cumplir las normas que las autoridades sanitarias han establecido es más que probable que ni tan siquiera enfermes, pero cuando vuelves a casa tu irresponsabilidad en la calle puede terminar con tus padres o abuelos en el hospital, en la UVI o en el cementerio. Es así de sencillo. Porque nos jugamos mucho, sé responsable, seamos responsables”.