El ser humano tiende, en muchas ocasiones, a no valorar lo extraño, raro o poco conocido. Todos hemos cometido el error (alguna vez en nuestra vida) de dar menos importancia a una cosa porque no se refiere a las masas; pues que sepan que, en muchas ocasiones, estamos equivocados.
Un claro ejemplo de ello es el de Heliodoro Sánchez, un podólogo bovino de la localidad de Tenebrón (Salamanca), que cumple una función muy importante en el campo por dos motivos fundamentales. Primero, porque se trata de un oficio con pocos profesionales; y, segundo, porque de su buen trabajo depende el bienestar de los animales y su producción cárnica o función como semental. Es decir, la base para que un ganadero obtenga la tan deseada rentabilidad.
“Me dedico a la podología bovina y a tratar muchos tipos de cojeras, laminitis, úlceras o grietas que pueda tener el ganado; en fin, para que los animales estén bien, no tengan problemas en su vida diaria y estén en perfecto estado”.
Así lo indica el propio protagonista de esta curiosa historia, quien señala que incluso se ha creado una asociación de estos profesionales en España, Francia y Portugal, con el fin de contar con una mayor visibilidad, porque trabajo no les falta; ni mucho menos.
La vida de Heliodoro Sánchez como podólogo bovino comenzó hace 20 años, no con vacas ni toro, pero sí con caballos, pero hace seis años “me formé y estudié para realizar lo que ahora hago, que es un punto fundamental para el desarrollo de los animales”, reconoce.
En el conjunto de Castilla y León no hay muchos profesionales que se dediquen a eliminar cualquier problema en el tren inferior de los animales, con solo dos en Salamanca. “Trabajo no nos falta, mucho fuera de Salamanca. No sé si es por buena fama o porque trabajo bien, pero hay ganaderos que me llaman de muchos sitios para que vaya a sus explotaciones. Suelo moverme de León hasta Badajoz”.
De hecho, el ganadero que demanda este servicio no le importa el precio. “Me llaman para que vaya y, a veces, de urgencia. No importa el precio porque el hecho de que una vaca o un toro camine bien, tenga buena posición o evite cualquier cojera es fundamental para su posterior desarrollo”.
Es más, “para los animales dedicados a la carne, lo más común es la laminitis, limar las uñas, grietas o cojeras. El correcto reparto del peso en el animal es fundamental para que no haya mala presión a la hora de apoyar o pisar. Por ejemplo, si una vaca está incómoda y sufre por estos motivos durante el día, está demostrado que produce menos leche que si está en condiciones óptimas”.
Salamanca es la provincia del vacuno por excelencia, con el mayor censo de toda España desde hace muchos años, por lo que la correcta pisada de los animales y el reparto adecuado de su peso son claves para “la producción de carne de los ejemplares. Poco a poco, los ganaderos se van dando cuenta de la importancia de estas lesiones y los controles los hacen de una manera rutinaria. Había un problema muy grande en este apartado y era que el ganadero se daba cuenta tarde de los problemas de los animales… o simplemente, no se quería dar cuenta. Pero, ahora, ya se trabaja mucho en este apartado”.
Para los toros es muy recomendable hacer revisiones cada cierto tiempo “porque hay lesiones que, a simple vista, no se aprecian, y cualquier complicación puede dar lugar a una infección con consecuencias mayores”, revela Heliodoro Sánchez.
Este podólogo bovino se encarga de llevar todo el material necesario para llevar a cabo las curas o las actuaciones para erradicar la lesión de los toros o vacas con el objetivo de que estén en las mejores condiciones posibles; por algo, los animales son el mayor tesoro del ganadero.