“Me obligan a cerrar la cafetería sin avisar y con el género comprado; ahora, me lo como”

Alfonso San Cayetano Herrero, que ha gestionado la cafetería de las piscinas de Garrido, no oculta su malestar por el anticipado cierre de las instalaciones
Piscinas Garrido
(Foto: Piscinas Garrido)

Cuatro días le han robado (el virus y los políticos) de negocio a Alfonso San Cayetano Herrero, gestor de la cafetería de las piscinas de Garrido de Salamanca en este atípico y extraño verano por culpa de la pandemia.

El día 2 de septiembre fue la última jornada en la que pudo trabajar, cuando el cierre estaba previsto para este domingo 6 de septiembre, sin previo aviso de ninguna autoridad y solo conociendo las noticias e informaciones a través de los medios de comunicación.

Mezcla de enfado, rabia en indignación salen a borbotones en las palabras de Alfonso San Cayetano, quien muestra mucha dureza cuando se dirige a los políticos, sin importarle el color político. Sin previo aviso ni nada, ¿qué hace ahora con todo el género que había comprado y los compromisos que tenía ya cerrados?

“Me arriesgué este verano a coger las piscinas de Garrido, con muchos problemas porque las instalaciones estaban en una situación que nadie imagina… y con la presencia de menos gente por el virus y una gestión que el año pasado había sido muy mala”, argumenta.

He ido luchando y sacando el negocio poco a poco adelante porque creo que lo he hecho bien. Si no ha habido ningún caso positivo y las cosas se hacen bien, ¿por qué cierran el día 3 cuando estaba programado para el 6 de septiembre, y encima, sin previo aviso? No hay coherencia, me dan igual la Junta o el Ayuntamiento, tienen muy poca inteligencia, lo digo así de claro. Todos los políticos, sean del color que sean, no tienen capacidad”, asegura Alfonso San Cayetano indignado.

Asimismo, asegura que ha cumplido con todas las medidas de seguridad e higiene que marca la normativa. “Las mesas estaban separadas lo suficiente y más, en todo momento tenía sillas y mesas desinfectadas, he usado el gel correspondiente y me he pasado 12 horas al día trabajando con la mascarilla puesta. Y a cuatro días del cierre fijado me cierran el negocio. Incluso fui yo el que llamé a la empresa a Bilbao para que me dijera si tenía que cerrar porque nadie me comunicó nada de manera oficial”.

A su juicio, los políticos “están tomando medidas sin control y sin contar con nadie, todo muy drástico. Sabemos que el bicho está ahí y tenemos que aprender a convivir con él, no podemos pararnos porque entonces… yo gestiono también la cafetería de la facultad de Educación y llevo cerrado ya muchos meses; incluso me quieren cobrar los meses que ha estado cerrada la cafetería; a ver qué pasa en octubre, si puedo abrir o no. Y el Ayuntamiento me ha pasado los dos días que he trabajado de septiembre, eso no se les olvida”.

Para Alfonso San Cayetano es increíble enterarse de todo por los medios de comunicación. “Nos hemos enterado de oídas, por las noticias que hemos visto y teníamos que cerrar el día 2. ¿Qué hago con todo el género?”.

Y es que, según su testimonio, entre los días 3 y 6 de septiembre ya había cerrado un cumpleaños con 16 niños, “con las correspondiente medidas higiénicas y sanitarias, al igual que una parillada para 60 personas dividida en grupos reducidos y gente que había reservado para comer el fin de semana. ¿Qué hago ahora con todo eso? Me lo tengo que comer con patatas porque no le importa a nadie”, explica.

No en vano, para el día 6 de septiembre había organizado una pequeña actividad como cierre de la piscina, con “chocolate con bizcochos para todos, además de canapés y mojito y agua de valencia, por tres euros para todos los bañistas; y tampoco puedo hacerlo. Son unos sinvergüenzas por hacer estas cosas así. Me dices que hay positivos o se toma la decisión hace un mes y vale, ¿pero 4 días antes?”.

San Cayetano abrió la cafetería de la piscina de Garrido desde el 22 de junio hasta el 2 de septiembre, en un verano que nada tiene que ver con los habituales; como muestra, este testimonio…

2 comentarios en «“Me obligan a cerrar la cafetería sin avisar y con el género comprado; ahora, me lo como”»

  1. Lo siento por el. Pero hay hosteleros que han estado y están peor. Si ha podido trabajar hasta hoy, no está nada mal. Otros no hemos podido ni abrir, y no ha venido el periódico a preguntarme.

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  2. Este año la cafeteria ha funcionado muy bien. Lo que nunca he entendido es como no se permite abrir la parte de la terraza (sin acceso a la piscina desde una determinada hora) hasta más tarde para que sea más rentable… esperemos que en la era postpandemia lo permitan. Ahora lamentablemente es mejor cerrar.
    Animo para el año que viene.
    PD, las patatas fritas mejor caseras… ganarías más.

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  3. Este hombre dice que tenía programada una parrillada para 60 personas dividida en grupos reducidos y gente que había reservado para comer el fin de semana, y un cumpleaños y un cierre de las piscinas espectacular. Hombre yo creo que eso te lo tenías que haber guardado. Entiendo perfectamente que estés enfadado, como lo estamos la mayoría. Lo que hay que hacer es tener responsabilidad y empatía con la gente como tu para que el próximo año puedas abrir a tope.

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