Zanguango Teatro y Elisa Sanz se alzan con sendos Premios Max

La compañía, de raíces salmantinas y burgalesas, cosiguió el galardón por ‘Al otro lado’ y la escenógrafa burgalesa logró su octavo galardón por su labor en ‘Play’, de Aracaladanza
ICAL. El espectáculo 'Al otro lado', de Zanguango Teatro,.
ICAL. El espectáculo 'Al otro lado', de Zanguango Teatro,.

 

 

Los dos representantes castellano y leoneses que optaban a un Premio Max en la XXIII edición de los galardones, en una ceremonia celebrada en el Teatro Cervantes de Málaga, conquistaron la preciada estatuilla. La compañía Zanguango Teatro, fundada en Salamanca en 1993 y radicada durante cerca de una década en Treviño (Burgos), y la escenógrafa y diseñadora de vestuario burgalesa Elisa Sanz, se alzaron respectivamente con los premios al mejor espectáculo de calle y al mejor vestuario

 

César Combarros / ICAL. Elisa Sanz consiguió su octavo galardón de once nominaciones por su trabajo en ‘Play’, para la compañía madrileña Aracaladanza, con la que lleva colaborando cerca de dos décadas y donde en esta ocasión se ocupó tanto de la escenografía como del vestuario. “Los premios no son buenos para ti exclusivamente a nivel de prestigio, que también, sino que además suponen un apoyo a la compañía y al trabajo realizado por todos sus miembros. En el caso de Aracaladanza, por ejemplo, los dos Max que ganamos con ‘Pequeños paraísos’ en 2008 lanzaron a la compañía. Las nominaciones siempre son una alegría porque suponen un reconocimiento al trabajo del equipo, y más en las catastróficas circunstancias en que estamos en estos momentos”, señalaba la creadora en declaraciones a Ical al recibir la nominación.

ICAL. Elisa Sanz.

Sobre el escenario y con el nuevo trofeo en su mano, Sanz reconoció que este premio es también un reconocimiento a los veinte años que lleva trabajando con Aracaladanza: “Gracias a toda la compañía y a Sandra y a Ángeles”, señaló. Inmediatamente, ante el aplauso de los asistentes y la mirada seria del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, disparó con bala en alusión a la situación en su tierra natal: “Menos mal que estamos en Málaga, si la ceremonia hubiera sido en Valladolid, como el año pasado, la Junta de Castilla y León solo hubiera permitido un aforo de 25 personas en el teatro”.

Sanz quiso recalcar en su discurso de agradecimiento que “las artes escénicas son seguras, la cultura es segura, los teatros son espacios seguros”. Tras reivindicar “por favor ya” el estatuto del artista, insistió en que “trabajar en cultura es seguro”. “Estamos en alerta roja, y lo estamos todos y todas. Este premio quiero dedicárselo a las personas que hacen posible que los telones se suban, y profesionales indispensables en secciones como maquinaria, utilería, sastrería, maquillaje y peluquería; iluminación, audiovisuales, sonido, regiduría, oficinas y direcciones técnicas… Sin técnicos no hay cultura. Va por ellos, por los técnicos y técnicas de España”, exhortó.

Estrenado a finales de diciembre de 2018 en los Teatros del Canal, ‘Play’ propone al espectador la aventura del juego ,y con ella, la libertad de la imaginación, el placer de inventar, el asombro, la risa y la complicidad. El montaje nació como un lienzo en blanco, con la mirada abierta, sin inspiraciones concretas, en torno a la investigación del propio proceso del juego que siempre ha formado parte del universo poético soñado por Aracaladanza.

“Después de los tres espectáculos anteriores, que conformaban una suerte de trilogía inspirada por pintores, en ‘Play’ decidimos sacar la inspiración de nosotros mismos y jugar con nuestros procesos artísticos, y eso fue un gran reto, porque suponía era partir de absolutamente de la nada, de la importancia del juego en los procesos de Aracaladanza, y meter todo eso dentro de un espectáculo, creando nuestra propia estética y dramaturgia visual a partir del juego”, detalló Sanz Ical.

ICAL. La obra ‘Play’.

Por su parte, Miguel Muñoz fue el encargado de subir al escenario del Teatro Cervantes para recoger el Premio Max al mejor espectáculo de calle para ‘Al otro lado’, un montaje que se estrenó el 16 de mayo del pasado año en el Umore Azoka de Leioa, pocos días antes de recalar en el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC), donde el montaje le valió el premio a la mejor interpretación para Txubio Fernández de Jáuregui.

Radicada en Álava hace un lustro, la compañía ha mantenido históricamente desde sus inicios una estrecha relación con el TAC, donde se han alzado con varios premios, como el galardón al espectáculo más original e innovador por ‘Flux’ en 2016. Muñoz aseguró en Málaga que el premio “es sobre todo de los actores”.

“En el mundo en que vivimos el capitalismo, el sistema, nos lleva a estar cada vez más solos, más separados, aislados, cada uno consumiendo delante de su pantalla. Y en el teatro vamos contracorriente, es un trabajo en equipo, que apela a lo colectivo, a lo público, a compartir experiencias. Este virus ha venido a rematarlo todo, a ‘ayudar’ un poco, pero tenemos que seguir resistiendo, seguir trabajando, apostando por la innovación, por renovarnos, por buscar lenguajes nuevos, por hacer apuestas de riesgo alejándonos de nuestra zona de confort. Tenemos que hacer que nuestro trabajo merezca la pena”, declaró antes de reivindicar “la dignidad de las artes de calle”.

‘Al otro lado’ está protagonizada por Miguel Garcés y el propio Txubio, y el montaje invita a “hacer espectacular la vida cotidiana, con el simple hecho de colocar en la vía pública un telón, abrirlo y mirar lo que hay detrás con los ojos bien abiertos, que no es sino la vida en las calles, que siempre es espectacular. Sol hay que saber mirar y eso es lo que intentamos hacer nosotros”, en palabras a Ical del integrante de la compañía Miguel Ángel Pérez.

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